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La Fiscalía de Sevilla investigará el caso de la niña que dio a luz en Jerez
El Ayuntamiento denuncia que la familia se negó a recibir a los Servicios Sociales
JEREZ / LEBRIJA. Actualizado: GuardarNi asomo del temple con el que la familia de Elena sorprendió a la prensa el martes. En el número 8 de la calle Tejar, a las puertas del edificio gris y pobre que habita una legión de inmigrantes rumanos, ecuatorianos y magrebíes, los periodistas se toparon ayer con una actitud bien distinta. La noticia de que una menor, supuestamente de diez años, había dado a luz a un bebé de 2,9 kilos en el Hospital de Jerez, tomó la portada de los periódicos, abrió varios informativos y sirvió incluso de carnaza para esos magazines de casquería rosa que adornan las tardes con sus peculiares tertulias. El resultado: nervios, tensión y varios episodios de histeria.
Posiblemente ni Olimpia, la abuela del bebé, ni la joven madre de Nicoletta se esperaban la cadena de reacciones que han terminado por arrancar, más bien tarde, la maquinaria administrativa e institucional destinada a solventar las muchas dudas que aún oscurecen el asunto.
La primera en mover ficha ha sido la Fiscalía de Sevilla, que anunció ayer que ha procedido a iniciar un expediente de oficio, asociado a la protección de menores, para averiguar si la niña ha estado escolarizada durante los últimos meses, así como a «comprobar si la niña recibió la atención correcta en las últimas semanas de su embarazo». «Los posibles responsables de tales omisiones serían los padres», subrayan fuentes de la institución judicial.
Un caso «sobrecogedor»
El Defensor del Pueblo Andaluz también avisó ayer de que estudiará el caso de oficio. José Chamizo abogó por «emprender una campaña para explicar a los colectivos en los que se producen estos casos el riesgo de la maternidad a edades tan tempranas». Chamizo destacó, en declaraciones a Efe, que hará un seguimiento «pormenorizado» de las necesidades de la niña y el recién nacido, quienes, en su opinión, deben permanecer con su familia si la Consejería de Igualdad y Bienestar Social no encuentra anomalías en el entorno.
Chamizo resaltó la importancia de que la niña rumana reciba apoyo psicológico, tras las «dificultades» que supone asumir una maternidad a los 10 años, e indicó que los servicios sociales deben seguir y evaluar el caso, «sin que la menor sea separada de su bebé». La defensora del pueblo en funciones, María Luisa Cava definió el asunto como «sobrecogedor»: «Ser madre es algo muy bonito, pero en la edad y en el momento oportuno». La vicesecretaria de Organización del PP, Ana Mato, considera que «el hecho de que una niña de diez años practique sexo y quede embarazada, puede ser considerado un fracaso de su familia y de los padres, pero, sobre todo, un fracaso de la sociedad».
La alcaldesa de Lebrija, María José Fernández, denunció ante los medios que la familia de la niña no había permitido el paso a los servicios sociales municipales, que se habían personado en la residencia de la chica para «comprobar el estado de madre e hijo, así como evaluar la situación de salubridad de la vivienda». Fernández anunció que, dada la negativa de la familia, «ya se ha iniciado el protocolo oportuno para hacer cumplir la ley».