'Telecoca' en Vistahermosa

En El Puerto, no todo el que busca droga se desplaza al gran 'supermercado' de la coca, en el barrio de José Antonio, famoso por sus redadas y el desmantelamiento de puntos de venta de cocaína y heroína, el último, este fin de semana.

Cada vez más, son los camellos los que viajan directamente a la casa de aquellos que no se atreven a meterse en esa barriada marginal, en puntos de la ciudad tan distintos a José Antonio como Vistahermosa, e incluso a localidades cercanas de la Bahía de Cádiz. En el argot policial se conoce a este método de venta como «telecoca» y funciona como cualquier empresa legal de comida a domicilio: el cliente llama al móvil del vendedor, que hace el servicio puerta a puerta.

La pasada semana, junto al desmantelamiento del punto de venta de José Antonio -en el que fueron arrestadas cinco personas-, el Grupo Local de Estupefacientes de la Policía Nacional detuvo también a uno de estos 'telecamellos' que operaba en la zona de ocio y bares de la urbanización de Vistahermosa, donde localizaba a sus clientes.

La detención se llevó a cabo, según informó la Comisaría de El Puerto en una nota, tras varios meses de investigación en la citada urbanización, donde en los últimos meses «se tenía constancia de que un individuo varón se estaba dedicando a la distribución y venta de sustancia estupefaciente por los distintos establecimientos hosteleros de la zona».

Más difíciles de localizar

El método de la 'telecoca' dificultaba la labor de vigilancia de la Policía, ya que el presunto delincuente contactaba con sus compradores por teléfono y se encontraban en lugares concurridos, que cambiaba cada vez, en lugar de establecerse en un punto concreto.

La investigación terminó la noche del pasado viernes día 22 de octubre, cuando los agentes de Policía del Grupo de Estupefaciente detuvieron finalmente a D.E.R en uno de los conocidos bares de Vistahermosa, cuyo nombre no se ha facilitado. Se le imputó un presunto delitos de tráfico de drogas.

Los policías lo descubrieron, tras realizar una transacción, en su propio coche, que había estacionado en las proximidades del lugar y con el que se trasladaba para abastecer a los distintos clientes. En el interior del vehículo se encontró también la sustancia estupefaciente que portaba en forma de papelinas, listas para la distribución y venta, pero de cuya cantidad tampoco se ha informado. Lo más habitual, en este tipo de casos, es que el camello a domicilio lleve encima pequeñas dosis de droga (unos tres gramos) para en el caso de ser detenidos, ser presentados como estupefacientes para el autoconsumo. Así, no se penaliza como delito sino como sanción civil, con unas multas entre los 300 y los 6.000 euros.