Empleados públicos boicotean con abucheos un acto de Chaves en Sevilla
La inauguración de la reforma de la plaza de España reproduce los momentos de tensión del desfile militar del pasado día 12
SEVILLA. Actualizado: GuardarMás de un centenar de empleados públicos, mayoritariamente de la Agencia Andaluza de Agua, boicotearon ayer con gritos, abucheos y silbatos el acto de inauguración de la restauración de la plaza de España, en Sevilla, en el que participó el vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves. El evento reprodujo los momentos de tensión que se vivieron en el desfile militar del Día de la Fiesta Nacional, el pasado martes día 12, cuando el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, fue increpado con insistencia por el público.
Ayer, Chaves y el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, fueron recibidos nada más llegar con gritos de «¡fuera!» y «¡Andalucía no se vende!» por parte de funcionarios y empleados públicos, que portaron banderas de UGT y de plataformas en defensa del sector publico.
A pesar del griterío, Chaves y el alcalde pronunciaron breves discursos de inauguración de la restauración de la plaza, que prácticamente fueron inaudibles para la mayoría de los cientos de ciudadanos que habían acudido al acto público. Ni tan siquiera cuando sonó el himno de Andalucía los manifestantes dejaron de gritar y silbar, lo que deslució la actuación de la Orquesta Sinfónica de Sevilla.
Asimismo, desde un balcón, un grupo de manifestantes colgó una pancarta en la que se leía «¿Qué queréis hacer con las obras hidráulicas, dárselas a vuestros amigotes de Egmasa». Además de los manifestantes, al acto asistieron miles de personas para ver la plaza de España restaurada tras dos años de obras y algunas personas expresaron su malestar por el boicoteo del acto.
El motivo principal de la protesta, según explicaron representantes sindicales, es el decreto de reordenación del sector público andaluz. Este decreto crea agencias empresariales en determinadas consejerías de la Junta a las que deben pasar los funcionarios y los laborales, que temen que esto suponga una pérdida de derechos y una forma de dar entrada en la administración a miles de trabajadores de empresas públicas que no han sacado su plaza por oposición.
Los manifestantes, agrupados en torno a UGT y a plataformas creadas por grupos de trabajadores de la administración, tienen previsto seguir movilizándose para que la Junta retire dicho decreto.
El «peor día»
En sus breves palabras, Manuel Chaves expresó su «respeto y comprensión» a las reivindicaciones de los trabajadores de la Agencia Andaluza del Agua y de TUSSAM (empresa municipal de transportes de Sevilla). No obstante, señaló que han elegido el «peor día» y, de esa forma, «restan legitimidad y credibilidad» a sus reivindicaciones.
En declaraciones a los periodistas tras asistir al acto, Chaves señaló que hay «365 días al año para manifestar las reivindicaciones de los trabajadores y hoy han escogido el peor día» porque era la «reinauguración de un monumento referente para todos los andaluces y los españoles». Además, añadió que «por muy legítimas que sean sus reivindicaciones, actos como el de hoy les restan legitimidad, credibilidad y pérdida de razón».
Por su parte, Alfredo Sánchez Monteseirín lamentó que un colectivo haya querido «entorpecer» el desarrollo de un acto haciendo mucho ruido e impidiendo «el disfrute de la ceremonia» a una mayoría de personas que han asistido. El regidor le restó importancia y dijo que se han podido dar los discursos, aunque con mucho ruido de fondo, y además, hubo una buena respuesta de los ciudadanos, ya que muchas personas le felicitaron, tanto a él como a Chaves, por la recuperación de una «joya arquitectónica y sentimental de Sevilla».
Por su parte, la familia del arquitecto Aníbal González, autor de la Plaza de España de Sevilla, cree que el abucheo «no se debió realizar, por respeto al momento y cuando sonaba el himno nacional».