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El salario de la plantilla de la basura está amenazado por la deuda municipal
Urbaser ya ha anunciado que sólo tiene capacidad para hacer frente al pago de las nóminas hasta diciembre, pues lleva un año sin cobrar el servicio
Actualizado: GuardarEl Ayuntamiento siempre ha sacado pecho a la hora de tratar sobre asuntos económicos. El esfuerzo en contención del gasto para contar con recursos financieros y las comparativas con la situación de otros municipios, se han utilizado como garantía de la buena salud de las arcas municipales, a pesar de la desaparición de los 7,8 millones de euros de la caja. Sin embargo, hay algo que falla y así lo demuestra la millonaria deuda que el Consistorio mantiene con las diferentes empresas que realizan servicios públicos en la localidad. Quizás sea por consecuencia de la crisis que más que recortar ha pegado un hachazo a los ingresos y a las partidas y ayudas que provenían tanto del Gobierno central como del autonómico. También tendrá que ver algo la falta de actividad industrial, de suelo para generar un impulso comercial e incluso la salida de isleños a otras localidades (por lo que entra menos dinero) o a lo mejor, como exponen los partidos de la oposición, todo deriva de una mala gestión del dinero por parte del equipo de Gobierno. Sea como fuere, lo cierto es que el problema comienza a ser grave y nuevamente les va a tocar pagar los platos rotos a los que cada mañana se ponen un mono de trabajo.
En este caso, son los encargados de realizar la limpieza y recogida de basura los que sienten como el agua les llega al cuello. La adjudicataria del servicio (Urbaser) ya ha lanzado un mensaje claro, sólo tiene fondo para hacerse cargo de los sueldos de la plantilla hasta diciembre. El problema, que el Ayuntamiento hace más de un año que no abona el coste del mantenimiento de los trabajos y la cifra ya supera los ocho millones de euros. La situación está a punto de llegar a su límite y, en las próximas semanas, se llevarán a cabo diferentes reuniones para intentar solventar el conflicto.
Al parecer la empresa no está dispuesta a seguir con sus labores en tales condiciones y ni tampoco a soportar el gasto que le supone. Aunque no haya constancia de que se haya realizado de forma oficial, el ultimátum ya se ha lanzado porque si el Ayuntamiento no paga, los empleados no cobrarán sus nóminas una vez que finalice el 2010. Por ello es urgente que las partes se sumerjan en una negociación para paliar parte del déficit y que la empresa pueda mantener su actividad.
Este tema precisamente es uno de los candentes en cuanto a la discusión que actualmente se mantiene con el borrador presentado para los presupuestos de 2010. El Ayuntamiento no quiere facilitar ni la cifra total de lo que debe a las empresas y tampoco la de las facturas sin consignación presupuestaria. Unas cantidades que pueden afectar en la capacidad de inversión de los próximos años y, por tanto, del gobierno que se forme a partir de mayo.
Todo ello, cuando continúan las protestas vecinales por la falta de limpieza en las calles, al precisar el contrato público de una revisión para cumplir mejor el servicio.