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El inquilino de una vivienda de Conil muere tras una explosión en su piso

Un escape de gas provocó la deflagración el pasado sábado de madrugada y obligó a desalojar a una veintena de vecinos

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Una fuerte explosión a la que le siguió un pequeño fuego. La deflagración despertó a los vecinos de la calle Castillo de Conil en la madrugada del pasado sábado. Un escape de gas causó un estruendo en el número 6 y dejó malherido al inquilino del 2º derecha. Una bombona de butano es el origen de un incendio que finalmente se ha cobrado la vida del único ocupante de la vivienda.

El fallecido sufrió quemaduras muy graves en el 90% de su cuerpo. Cuando se produjo la explosión se encontraba muy cerca del foco del siniestro. En un primer momento fue derivado al Clínico de Puerto Real, pero ante la seriedad de las lesiones que presentaba, los facultativos decidieron enviarlo a la Unidad de Quemados del hospital Virgen del Rocío de Sevilla. En estos casos, el traslado se realiza en helicóptero para ganar tiempo, pero no fue necesario que la aeronave despegara. El herido murió antes de que pudiera ser atendido en la capital hispalense.

El incendio se produjo en torno a las 2.25 de la mañana. El parque de bomberos de Conil envió una dotación de dos vehículos y tres profesionales a la vivienda siniestrada. Nada más llegar, observaron que el humo salía de la ventana de una habitación que da a un patio interno del bloque. La persiana estaba rota, según reza en el informe remitido por el Consorcio Provincial de Bomberos, pero para poder entrar en el piso, los miembros del parque conileño forzaron la puerta de acceso.

Las mismas fuentes señalaron que los bomberos al cruzar la entrada detectaron rápidamente un fuerte olor a gas que salía del mismo dormitorio donde parecía que estaba alojado el foco del fuego. En esa misma estancia se encontraba el inquilino del piso tirado en el suelo y gravemente herido. Cerca hallaron también una bombona con un trozo de goma por la que salía el gas. Los bomberos procedieron a controlar la fuga para evitar nuevas deflagraciones y extinguir el pequeño fuego que se había originado. Las llamas, de escasa relevancia, habían prendido en las cortinas y en un colchón. Tan sólo necesitaron unos 100 litros de agua para apagarlas y refrescar la estancia.

Tras la explosión, una veintena de vecinos de los otros pisos del bloque fueron desalojados por la Guardia Civil. Cuando los bomberos dieron por finalizada la extinción, regresaron a sus hogares sobre las cuatro y media de la mañana.

Tres muertes

El fin de semana ha sido especialmente dramático en cuanto a incendios con resultado de muerte. Tres personas perdieron la vida en dos siniestros -sumando las dos víctimas del incendio que se está investigando en Medina- . Pero además de estos dos fuegos, se produjeron dos más en viviendas de Chiclana que dejaron un herido leve.