MAGALLANES Y LA FERIA DE LAS EFEMÉRIDES
Actualizado: GuardarTío Pepe se cruzó, en los últimos días, con La Pepa. Quienes se quejan porque hay carnavales en verano, deben estar que trinan por la exhibición de tipos de los últimos días. La feria de las efemérides nos llenó de smokings y entorchados, un parque temático de pompa vana y uniformes civiles y militares que nos llevó desde el centésimo quincuagésimo quinto aniversario de las bodegas jerezanas de González-Byass al bicentenario de la jura de los diputados a Cortes que se reunieron inicialmente en el Teatro de ese San Fernando de José Oneto, que también volvió a casa por la fiesta de la libertad. Entre uno y otro acontecimiento, la jet del glamour elitista y de la soberanía popular: sólo faltó Belén Esteban, la princesa del pueblo, para congeniar ambos universos, el del Hola y el del BOE. Hasta pasaba no demasiado lejos de allí, por las calles de Cádiz, Eduardo Galeano, quien de incógnito de nuevo, buscaba entretanto, sin suerte, cantaores imposibles, acentos callejeros y cuentacuentos del Pay-Pay. Pero no sólo fueron días de andanas y de constituciones. Durante la mañana del pasado jueves, en Sevilla, se procedió a la inauguración oficial de una esfera armilar junto al puente de San Telmo, de donde hará 500 años en 2019, partió Fernando de Magallanes para dar la vuelta al mundo. Se trata de una esfera de acero de tres metros y medio de diámetro, inspirada en la esfera armilar de la 'Suma de Geographia', de Fernández de Enciso. «Ésta es la milla 0 de la Tierra», puede leerse sobre el monumento, ya que radica en el lugar desde el que partió y donde arribó la expedición una vez finalizada la primera vuelta al mundo. El navegante portugués ideó esa gesta y murió en el intento: fue Juan Sebastián Elcano quien regresó al puerto de Sevilla en 1522, con tan sólo 31 tripulantes de los 264 que zarparon de dichos muelles fluviales. Mientras 18 de ellos acudían a dar gracias a la catedral, a otros trece, asiáticos infieles reclutados en la ruta, se los tragó la tierra y la historia, como bien recordó Benito Caetano, impulsor desde 2007 de una iniciativa ciudadana que ya cuenta con numerosas adhesiones particulares e institucionales para conmemorar el quinto centenario de este acontecimiento. Pero ahora se trata de darle otro sentido a la efeméride, trocando las pomporrutas imperiales de los fastos más tópicos por una celebración fieramente humana de aquella primera piedra de la globalización de hoy: «Proponemos una navegación por los mares de las personas, de las ideas y de las culturas, que siga una ruta en busca de una nueva manera de entender nuestro pasado, abriendo el camino que hemos de emprender hacia el futuro, haciéndolo esta vez en común con todos los que habitan el planeta, con todos los pueblos como iguales», según reza el manifiesto cívico que ha puesto en marcha esta maquinaria conmemorativa. Se trata de rendir tributo, como guiña Paquiño Correal, a los primeros de Filipinas, pero de una forma alternativa a la convencional: «Con un nuevo modelo de organización, que ya no deberá estar centralizado en el terreno sino que será central en su inteligencia e integrador en su estrategia; que tratará de expender por todo el mundo la conmemoración, ejecutando el más amplio programa de actuaciones posible y en cualquier rincón del planeta que esté dispuesto a identificarse con el espíritu abierto de la conmemoración». En ese sentido, otras esferas armilares, de acero, con ingeniería de Enrique del Pozo, serán colocadas en otras localidades que jalonaron la ruta de aquellos marineros que navegaron los nuevos mares de la edad moderna. La siguiente escala, la inmediata, será naturalmente Sanlúcar de Barrameda. El puerto gaditano en la bocana del Guadalquivir estuvo representado en la inauguración de ese primer hito, por la concejala de Cultura, Mariuca Cano, quien ya se ha comprometido a promover esta iniciativa en el municipio. Incluso ya cuenta con un espacio físico en donde ubicar la esfera. El problema, claro es, estriba en el presupuesto económico que hará falta para proceder a su fabricación, porque al margen de que el gobierno autonómico y la confederación de empresarios apoyen el proyecto, será necesaria la cooperación de los distintos ayuntamientos que toque la ruta de la Nao Victoria, cuyo tercer destino será el de las Islas Canarias. Pero más allá del mapa de aquella travesía, habrá que tener en cuenta que aquella no fue sola una empresa de marinos españoles y portugueses, sino que intervinieron también franceses, griegos, italianos, alemanes o británicos, además de los tripulantes que fueron enrolando en las distintas etapas de la circunnavegación. Otra incógnita estriba en qué otros eventos podrán acompañar a esa nueva fecha sobre el almanaque de los quintos centenarios: Caetano ya ha anunciado que el modelo de la Expo no sirve. Quizá habría que ir pensando tal vez en una reedición del Foro Universal de las Culturas que se iniciara en Barcelona en 2004 y que ha ido tocando sucesivamente puertos en Monterrey, este mismo año en Valparaíso, o Nápoles en 2013. Amann y Québec se disputan la sede de 2016. Estamos a tiempo de apostar a caballo ganador en algunas de las siguientes citas. Sería una ocasión espléndida para que, desterrando enfrentamientos localistas, las provincias de Cádiz y Sevilla fueran de la mano, como antaño, en esa nueva aventura.