Las dos grandes residencias universitarias públicas continúan en el dique seco

Ni anteproyecto, ni empresas interesadas, ni Escuela Provincial de Hostelería. El antiguo centro de salud de El Olivillo lleva más de 15 años cerrado a cal y canto, con las paredes tapiadas y deteriorándose poco a poco. La Universidad de Cádiz tiene 'proyectado' habilitarlo para residencia de universitarios. Lo último de lo que se habló es que sería un alojamiento mixto, para estudiantes y profesores invitados. Se llegó a mantener conversaciones con dos empresas, pero las negociaciones no siguieron y ahora, desde la UCA reconocen que el asunto está totalmente parado. Sin fecha, además.

Tampoco termina de concretarse el otro gran proyecto de residencia pública: el de Beato Diego, aunque al menos en este, hay intención de sacarlo adelante por parte de la Junta de Andalucía (Delegación de Obras Públicas) y la UCA. Ambos tienen que firmar un convenio para determinar qué cantidad de dinero pondrá cada administración.

El edificio, situado frente al parque Genovés y muy cerca de El Olivillo -en plena zona universitaria- ha sufrido también muchos avatares burocráticos. En 2002 se hizo un concurso de ideas para su remodelación. Desde entonces, se han dado varias vueltas al proyecto, con innumerables cambios. Ahora lo que se está haciendo es adaptando el proyecto que había al nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Luego tendrá que aprobarse, realizarse el proyecto de ejecución y sacar las obras a licitación.

Desde la UCA se ha presionado mucho para sacar adelante esta residencia. No sólo por las más de 160 plazas para estudiantes, sino también por los más de 100 plazas de garaje, para el personal docente. De hecho, se llegó a tratar de negociar con el Ayuntamiento para que se autorizara un mayor número de estacionamientos.

El problema es, como siempre, la falta de presupuesto. La UCA no contaba con ello ni en los tiempos en los que el dinero no era un problema para el resto de las administraciones y en el caso del Ejecutivo autonómico, el grifo de la Oficina de Rehabilitación del Casco Histórico (que es la que ha llevado la tramitación) se empezó a cerrar en 2009.

Actualmente sólo existe un alojamiento público para estudiantes: los apartamentos de La Caleta. Aunque no es una residencia, dispone de 18 estancias para unos 45 alumnos.

El resto ya son alojamientos oficiales, pero privados, como la residencia Campus (plaza de la Catedral). Esta dispone de 101 plazas gestionadas por una empresa privada. Cobran 1.990 euros al trimestre, con pensión completa, lo que viene a suponer 660 al mes.

Existen otras opciones, como la residencia Ciudad de Cádiz, en la calle Santo Cristo (casi en la plaza de la Candelaria), del grupo P&H, con sede en Málaga, o la que es exclusivamente femenina, la de las Hijas de María Inmaculada, en la calle Santa Cruz de Tenerife.

Además está en proyecto el edificio que irá donde se ubicaba la antigua residencia de La Sal, hoy demolida.