Herida una mujer por una bala perdida en un atraco a un furgón en Estepona

No se dieron cuenta de que alguien les estaba acechando. Dos de los tres vigilantes que iban en el furgón blindado descendieron del vehículo con el dinero. Fue entonces cuando los atracadores se les echaron encima, y se produjo el cruce de disparos. A plena luz del día y en la puerta de un centro comercial de Estepona. El saldo fue de dos lesionados, entre ellos una mujer de 70 años, voluntaria de la Cruz Roja, que sufrió heridas leves en una pierna al rozarle una bala perdida.

El asalto frustrado -la policía recuperó el botín- al furgón del dinero se perpetró ayer a las 11.30 horas. Los atracadores, tres en total, se apostaron junto a la entrada del complejo y aguardaron a que dos de los tres vigilantes que iban en el vehículo blindado se barajan del mismo con dos cajas metálicas. Se disponían a hacer una entrega de unos 100.000 euros dentro del centro comercial, al parecer, para cebar los cajeros automáticos.

Del mismo modo que uno de los vigilantes se quedó en el vehículo, el tercero de los ladrones -ayer se especulaba con que era una mujer- permaneció a bordo de una motocicleta de gran cilindrada, preparada para escapar.

Lo sucedido a continuación aún está bajo investigación policial, ya que los agentes están recogiendo numerosos testimonios para intentar reconstruir el tiroteo. Según las primeras pesquisas, la secuencia sería la siguiente. Los otros dos se acercaron por la espalda a los vigilantes que habían descendido del furgón, y golpearon a uno de ellos -el que no acarreaba las cajas del dinero- en la parte posterior de la cabeza con la culata de una pistola. El trabajador, que empezó a sangrar, forcejeó con los asaltantes, que iban a cara descubierta. Al ver la situación, su compañero soltó las cajas con el dinero y corrió en su ayuda. Se cree que, entonces, el ladrón que esperaba en la moto cogió el botín.

Empezaron a oírse disparos. Hasta siete, como demuestran las marcas que han quedado en la pared del centro comercial. Los testimonios recabados por la policía apuntan a que los atracadores abrieron fuego primero, y los vigilantes -dos de ellos usaron sus armas reglamentarias- respondieron al ataque. No obstante, los investigadores están realizando un estudio de trayectoria para confirmar este extremo.

Una de las testigos que presenció en primera línea el tiroteo fue Rafaela Cintrano, vendedora de loterías. Su puesto está justo delante de la puerta de entrada al centro comercial. «Pensé que era una broma hasta que vi que sacaron la pistola y se la pusieron en la cabeza al vigilante de seguridad. Entonces, me agaché muy asustada y me resguardé en mis quiosco; pasé mucho miedo».

En el exterior del establecimiento se vivieron escenas de pánico y desconcierto. «Al principio pensamos que era una pelea hasta que vimos las pistolas. Nos metimos en el coche y salimos corriendo», contó Sandra Quiles, que en ese momento iba a entrar al centro comercial a comprar.