Tiroteo de película entre dos vehículos en la Jerez-Los Barrios

Aquellos que circulaban ayer por la tarde, sobre las seis, por la A-381 (Jerez-Los Barrios) pensarían que se habían colado en el rodaje de una película de acción. Más de uno se frotaría los ojos sin creerse lo que estaba viendo, y el susto tuvo que ser generalizado. No es para menos ya que en plena autovía, a la altura del complejo hostelero de La Palmosa, en Alcalá de los Gazules, se produjo un violento tiroteo entre dos vehículos que circulaban a gran velocidad.

La Guardia Civil recibía sobre las seis de la tarde una cascada de llamadas de testigos presenciales, que alertaban del intercambio de tiros en una de las arterias principales de la provincia y por la que circulan a diario cientos de vehículos. Estos testigos relataban que los ocupantes de un turismo y de un todoterreno se estaban disparando sin detener la marcha. Todo apunta a que uno de los dos huía del otro y para frenar la escapada, desde uno de los coches se inició un tiroteo que fue repelido también a balazos.

De inmediato, la Guardia Civil activó un dispositivo por tierra y aire que consistió en cerrar la salida de la autovía en dirección a Los Barrios. Las patrullas rurales y de tráfico que estaban más próximas fueron alertadas para que se incorporaran al operativo. También se movilizó un helicóptero para ampliar el radio de visión, según confirmaron fuentes consultadas por este periódico.

Las primeras informaciones que pudieron rescatar los agentes indicaban que los sospechosos habrían utilizado en la refriega armas largas. Algunos testigos hablaban de rifles y otros de escopetas. El estudio de balística que se haga a partir de los restos que se encuentren en la zona podrán identificar qué tipo de armas fueron empleadas. Más difícil será dar con sus propietarios ya que los delincuentes recurren al mercado negro para comprar armamento robado, al que le manipulan los números de serie para dificultar su rastreo.

Al cierre de esta edición no se había practicado detención alguna. Los primeros indicios apuntan a que podría tratarse de un ajuste de cuentas entre bandas profesionales. La Fiscalía de Cádiz ya alertó el año pasado como se estaba recrudeciendo la violencia, principalmente entre narcotraficantes, a los que ya es habitual incautarles armas cuando son arrestados.