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«Estábamos despedidos y ya están arreglando los contratos»
Los reincorporados confían en la llegada de sus compañeros «en cuanto se empiece a recuperar el ritmo»
PUERTO REAL. Actualizado: GuardarSon los verdaderos afortunados, al menos por el momento. Cerca de una decena de obreros «de los de mono naranja» (contratados directamente por Dragados) ya están de vuelta al tajo desde ayer. Prudentes aún, se les nota bastante reticentes a 'señalarse' con ningún tipo de declaraciones, ahora que son pocos.
«Esto es lo que tenemos, y no sabemos si van a llegar más», espetan de primeras en un tono reacio, no se sabe si por no querer hacer pronósticos que luego se rompan o por terminar desvelando más información de la cuenta.
Dos de ellos se encaminan a recoger material a la nave industrial más cercana a la parte de los trabajos de la zona del Río San Pedro. Allí la maquinaria aún permanece a las puertas, sin que de sus motores se haya escuchado el menor eco ronco de su puesta en marcha.
Cruzado el umbral de la puerta metálica, ya no ocultan su alegría por la vuelta, después de que la obra haya estado «un par de semanitas cerrada». Prefieren digerir el retorno con una alegría serena: «Hace nada estábamos despedidos, y ahora ya hay en la oficina dos o tres que están arreglando los contratos», dirigen la atención hacia las casetas de obra que se levantan ya más cerca de La Cabezuela.
«Firmamos lo mismo»
No hay la más mínima diferencia sobre su nueva situación laboral y la previa al parón. Aseguran que han firmado «como antes», hasta la finalización de la obra, aunque no logran quitarse de la cabeza que aquel primer documento «ya era por tres años, y sin embargo terminamos en la calle».
Guardan en su puño esa mínima brizna de escepticismo, pero prefieren apostar (al menos de boca para afuera) por que «esto empezará despacio, pero arrancará, y esperemos que poco a poco se vaya cogiendo el ritmo, y vayan llegando el resto de compañeros».
Es una de las primeras preocupaciones a la que se enfrentan: la de retomar un 'rodante' que ya estaba más que conseguido. Entre tanto, la avanzadilla describe que mientras no se produce el desembarco masivo, «se procura no estar parado, y a la expectativa».