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Ningún implicado asume responsabilidades por la tragedia de la Love Parade
El Ayuntamiento de Duisburgo, la Policía y el organizador del festival cruzan acusaciones para evitar ser señalados
BERLÍN. Actualizado: GuardarUna cadena de errores humanos, de los que hasta la fecha nadie ha querido asumir la culpa, provocaron la muerte de veinte personas en la Love Parade alemana. En un juego grotesco, todos los responsables que participaron en los preparativos de la gran fiesta -el Ayuntamiento, los organizadores y la Policía- se han dedicado a criticarse entre ellos.
El alcalde de Duisburgo, Adolf Sauerland, habría ignorado una serie de advertencias de la Policía local y autorizó la celebración del festival a las nueve horas del sábado pasado. Hasta ese momento, agentes y bomberos aún tenían dudas sobre el plan de seguridad que se había diseñado. El político fue acusado directamente por el presidente del sindicato nacional de la Policía alemana, Rainer Wendt, quien reveló que hace un año había avisado a las autoridades de que la ciudad no era un lugar apropiado para la celebración. Sauerland, por su parte, rechazó las críticas y señaló que nunca había recibido esas observaciones.El cruce de acusaciones se agravó cuando el organizador de la fiesta, Rainer Schaller, responsabilizó a la Policía de haber provocado la aglomeración que se produjo en el túnel de acceso y que desató la tragedia. Los agentes calificaron las declaraciones del empresario como irresponsables y acusaron a Schaller de ser el único culpable del drama. «Él fue autorizado para reunir a solo 250.000 personas, pero anunció que llegarían medio millón y, al final, había en el lugar más de un millón», señaló la Policía. Ayer se hizo público que todas las víctimas fallecieron por aplastamiento de la caja torácica y ninguna por caída.