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Dragados extingue los contratos al último contingente de trabajadores del puente
El ministro José Blanco desvela hoy el futuro de la obra, después de acumular dos meses de parón
CÁDIZ. Actualizado: GuardarLa obra del segundo puente de Cádiz necesita un nuevo calendario de actuación. El frenazo que sufre el proyecto desde el pasado 3 de junio impide, de momento, cumplir con los plazos de entrega que recoge el contrato, firmado hace tres años con Dragados.
Este periódico avanzó la pasada semana que las propias subcontratas que trabajaban a pie de obra alertaban de la imposibilidad de llegar a tiempo a marzo de 2012. El ministro de Fomento, José Blanco, desvela hoy en una comparecencia en el Congreso de los Diputados qué futuro le depara a la obra del puente de Cádiz y al resto de inversiones programadas en el país.
Fomento anunció a finales del mes de mayo un recorte presupuestario de algo más de 3.500 millones de euros en su plan de inversión, que ha obligado a reajustar todo su programa de obras. Después de dos meses deshojando la margarita, hoy es el día que se desvelará el entuerto. Blanco reconoció el pasado 2 de julio en una visita a Algeciras que la obra del puente gaditano no se paralizará, sin embargo no aclaró si estará lista para 2012.
En cualquier caso, la obra necesita de una reprogramación, según distintas fuentes consultadas. Dragados optó por ralentizar los trabajos en el mes de junio, al tener constancia de un posible recorte en el presupuesto y ante el impago de dos certificaciones de obra por parte del Ministerio.
Desde entonces, el trabajo en el puente ha ido a menos hasta quedar reducido, prácticamente, a labores de mantenimiento. La relación laboral con las empresas subcontratadas se ha extinguido hasta nueva orden y todo apunta a que volverán al tajo en enero, justo cuando el Ministerio goce de un nuevo plan presupuestario.
A pie de obra, los labores permanecían ayer prácticamente paradas. Los dispositivos de operarios apenas se mantienen en activo en el nudo de comunicaciones cercano a la barriada del Río San Pedro, que según las previsiones anunciadas estará listo para agosto, y en el tramo del viaducto lindante con el muelle de La Cabezuela, los dos que se califican como «más urgentes».
En una de las naves cercanas, un equipo formado por un maquinista, un peón y dos encofradores aseguraron a LA VOZ que «mañana ya no habrá aquí nadie». Una gran parte de los trabajadores de Dragados que todavía permanecen en el tajo saldrán despedidos este viernes, y prácticamente todos los restantes irán a la calle dentro de una semana, si no hay novedades ministeriales en la comparecencia de hoy.
Los pocos que quedan aún aseguran que la salida de plantilla se está produciendo de manera escalonada, y que «el día 16 dieron un golpe grande», por lo que se refiere a la reducción de efectivos. Esta vez ya no recibirán ningún preaviso, sino que directamente pasarán a engrosar la lista del paro.
El único punto en el que se mantendrá la actividad será en la pila 12, la primera que se asienta en las aguas de la Bahía si se mira desde la orilla de Puerto Real. Allí van a seguir unos quince hombres hasta finalizar el 'riostrado', la maniobra de colocación de las piezas que, en sentido oblicuo, afianzan la estabilidad del armazón.
Mínimo retén en tierra
En cualquier caso, los planes barajados hablan de que entrado agosto, sólo quedarán en todos los kilómetros de obra entre ocho y diez hombres, todos ellos en esa pila 12. Unos metros más adelante, en la 13, ya no trabaja nadie. En tierra sólo se mantendrá a los encargados y jefes de obra, y a algunos componentes de los equipos de seguridad y de mantenimiento.
La faena pendiente en las últimas jornadas se ha limitado a la limpieza, el reparto y la entrega de materiales. Muchos de ellos, sobre todo el andamiaje, ya ha sido devuelto a Madrid, de donde procedían en concepto de alquiler.
La merma también ha afectado al personal de las contratas, que ha quedado reducido la mínima expresión. La subcontrata Tecade se ha llevado ya todas sus máquinas, y las piezas de hierro han quedado aparcadas hasta nueva orden. A la zona donde se acumulan las estructuras sin colocar han llegado desde Asturias dos especialistas, que se están encargando de pulir con una 'rotaflex' las impurezas con que han podido entregarse todas esas piezas.
Su estancia será en cualquier caso breve, ya que mañana viernes rematan el cometido que tenían asignado, y que se ha limitado solamente a una semana. «Reparamos esto y marchamos», se limita a comentar uno de ellos ante una de las vigas de grandes dimensiones.
Las oficinas también podrían verse perjudicadas por la paralización que parece avecinarse. Mientras algunas fuentes hablan de la continuidad de las entre 40 y 50 personas que desarrollan su labor en las casetillas, otras mencionan que ya no permanecen en ellas apenas personal ni los jefes, y que «prácticamente sólo quedan del departamento de contabilidad».
Hecho el retrato de la margen puertorrealeña, el panorama no es mucho más halagüeño en la lengua de tierra que pertenece a la capital gaditana. El único operario de mantenimiento que permanecía en el recinto echó su última jornada de trabajo en el día de ayer, y a partir de hoy jueves sólo quedan en su interior el personal técnico de la oficina y el vigilante que se dispone justo a la entrada.