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Álvaro verá las estrellas de cerca
El hijo de Del Bosque, con síndrome de Down, estará el lunes junto a sus ídolos de 'La Roja' en el bus que recorrerá Madrid
Actualizado: GuardarLe pidió a su padre entrar en el vestuario de la selección para conocer a sus ídolos. Ver de cerca a Xavi, Iniesta, Torres, Villa... Una especie de santuario en el que nunca pasa nada malo, sólo cosas buenas. El 'enchufe', al fin y al cabo, era inmejorable. Pero Vicente, su padre y seleccionador de España, le dijo que no. El chaval le apretó y consiguió arrancarle una promesa: si 'La Roja' hace un gran papel en el Mundial le permitiría estar junto a sus ídolos en el paseo triunfal a su regreso a casa. Álvaro, que padece síndrome de Down, verá cumplido su sueño el lunes cuando la comitiva mundialista recorra las calles de Madrid para recibir un más que merecido homenaje por su histórico logro en Sudáfrica. Se gane o se pierda ante Holanda, él estará ahí, junto a sus estrellas, que por fin podrá admirar de cerca.
El pacto se selló hace unos meses, cuando la posibilidad de estar en la final no era más que un sueño. Del Bosque, siempre comedido y justo en su proceder, no quiso saltarse las reglas y declinó la petición de Álvaro de estrechar la mano a sus ídolos en un entorno restringido. Ahora, sin embargo, deberá cumplir su promesa. «No me puedo negar. Está obsesionado con subirse al autobús y en esta ocasión me tendré que saltar el protocolo para convertir su deseo en realidad», revela el seleccionador en el libro 'Los secretos de La Roja', escrito por el periodista de Radio Marca Miguel Ángel Díaz. No será en un vestuario, pero a él le da igual mientras esté junto a sus héroes.
Vicente del Bosque y su mujer, Trini, sienten una auténtica devoción por Álvaro. Tienen dos hijos más, Vicente y Gema, pero el muy futbolero es el otro. El mismo que le 'aconseja' a quién escoger para que defienda los colores de España. «Me dice que lleve a Raúl», comentó el salmantino en tono jocoso durante la presentación de un libro sobre el síndrome de Down. El seleccionador acude siempre a actos de esta naturaleza y está muy implicado con las iniciativas que tienen por objetivo sensibilizar a la sociedad y ayudar a los que sufren este trastorno genético.
Atento y humano
Unos días antes de partir a Sudáfrica, a finales de mayo, Del Bosque atendió a un grupo de estudiantes con síndrome de Down que se acercaron a las Rozas para presenciar el entrenamiento de la selección. Estuvo con ellos un rato, al igual que los jugadores, y no tuvo ningún reparo en mostrar su lado más humano y cariñoso.
El seleccionador desveló en su momento que tanto Álvaro como Gema y Vicente estaban convencidos de que España acabaría en la cima del mundo. Una fe ciega en su padre y en los hombres que ha elegido en su camino hacia la gloria. «Todos tienen esa idea de conquistar el Mundial y hacen una promesa para cumplir si lo conseguimos. A pesar de que les diga que es muy difícil, una tarea complicada, piensan que lo vamos a ganar con la gorra. Todo el mundo ha repetido tantas veces que vamos a ser campeones que parece una cosa chupada, y no lo es», reflexionaba Del Bosque mientras preparaba la cita con la historia en Sudáfrica.
Así que, pase lo que pase mañana en Johannesburgo, Álvaro abrazará a su padre y el lunes se subirá al autobús de la alegría. Es lo único en lo que piensa y los días se le hacen eternos. Le queda cada vez menos para cumplir su sueño y, quién sabe, quizás tocar la Copa que por primera vez en la historia de este país será española.