La heroína vuelve al mercado

Apenas dos kilos de heroína fueron incautados a lo largo de 12 meses, según reza en la memoria de la Fiscalía Antidroga del año pasado. Aunque aún faltan más de seis meses para consumir 2010, esa cifra de incautación ya ha sido superada con creces. Se cumple una vez más la ecuación que rige el narcotráfico: a mayor demanda, más sustancia circula por la calle. Y esta máxima también es de aplicación para la heroína; un estupefaciente que tuvo su auge en los años 80, pero que está resurgiendo con fuerza ahora. La culpa está en una mezcla muy solicitada entre los toxicómanos: el 'rebujito', que se confecciona con cocaína y heroína.

La última actuación policial vinculada al tráfico de la heroína se cerró hace tan sólo dos días en las barriadas portuenses de Los Milagros y José Antonio. Cinco personas han sido detenidas y se han incautado dos kilos de heroína, dinero en metálico y varios vehículos. No se trata de un operativo aislado, sino que forma parte de una investigación de mayor calado contra una organización que había montado su negocio, principalmente, en torno a esta droga.

Tampoco es una intervención esporádica y anecdótica. A principios de junio, otra batida de la Policía en José Antonio se saldó con 150 gramos de heroína pura requisada. Y hace un par de meses, en La Línea, la Comisaría se apuntaba en su estadística la incautación de medio kilo más.

No son los únicos síntomas de la reactivación de un mercado que parecía haber muerto frente a otras drogas con mayor predicamento entre los consumidores. La Guardia Civil interceptó el lunes un camello en Ubrique, que escondía en el habitáculo destinado al claxon del volante de su coche varias dosis de cocaína, hachís y heroína. De ésta última portaba la mayor cantidad (13 gramos).

Más adulteración

Fuentes policiales achacan este repunte de una droga ligada a la marginalidad y la delincuencia callejera de los 80 con la irrupción de el 'rebujito'. La mezcla de ambas sustancias les permite a los toxicómanos un efecto rápido, pero un síndrome de abstinencia más atenuado por influencia de la cocaína. Las mismas fuentes reconocen que cada vez se están encontrando con más asiduidad este tipo de sustancia, que además tiene una ventaja por encima de otros estupefacientes y es que puede ser adulterada en un mayor porcentaje, garantizando un margen de beneficios mayor para el traficante. De dos kilos de heroína pura se puede llegar a sacar hasta once kilos.

Los colectivos antidroga comparten este diagnóstico pero añaden una circunstancia más: la económica. El perfil del consumidor de heroína que está llegando a las comunidades terapéuticas es el de un adicto a la cocaína que años atrás llegaba a esnifar tres o cuatro gramos, «pero perdieron el trabajo o han visto reducidos sus ingresos y se pasaron al 'rebujito' porque es más barato», indica el presidente de la coordinadora Nexos, Francisco Mena. Este activista de la lucha contra el narcotráfico pone de ejemplo el último caso que les ha llegado: «una mujer de 50 años que estaba enganchada a esa mezcla».

La dosis habitual de cocaína que se vende al consumidor es de medio o un gramo de sustancia, cuyo precio está en 30 y 60 euros respectivamente. La heroína se llega a comercializar en micras (la décima parte de un gramo) y es más asequible: Seis euros. Aunque como advierten desde Nexos, las consecuencias de la heroína son devastadoras para el consumidor. Los 80 son un ejemplo.