La federación francesa expulsa a Anelka del Mundial por insultar a Domenech
«Vete a tomar por culo, sucio hijo de puta», fueron las palabras que pronunció el delantero en el descanso del partido ante México
PRETORIA. Actualizado: GuardarNicolas Anelka abandonó la noche de ayer la concentración de la selección francesa en Sudáfrica tras ser expulsado del Mundial por las autoridades federativas galas por haber insultado gravemente al seleccionador nacional, Raymond Domenech. El jugador aceptó la decisión pero desmintió haber dicho al técnico en el descanso del partido perdido el jueves contra México (0-2) «vete a tomar por culo, sucio hijo de puta», como publicó ayer en portada el diario deportivo 'L'Equipe'.
En un comunicado oficial, la Federación Francesa de Fútbol explicó que el jugador se negó a presentar las disculpas públicas que le exigió su presidente, Jean-Pierre Escalettes, en presencia del capitán, Patrice Evra, y a lamentar sus palabras ante Domenech. El delantero del Chelsea puntualizó que no pronunció las palabras que le atribuye la prensa pero admitió que mantuvo una discusión alterada con el seleccionador que «se desarrolló en el secreto del vestuario, entre el 'míster' y yo, ante mis compañeros y el cuadro técnico».
La bomba informativa saltó por la mañana cuando 'L'Equipe' publicó entrecomillado a toda plana el insulto que hasta el presidente francés, Nicolas Sarkozy, desde San Petesburgo calificó de «inaceptable, si se confirma». Según el relato de los enviados especiales a Sudáfrica del rotativo, Domenech no tenía previsto sustituir a Anelka en el descanso al que se llegó con empate a cero. Simplemente le reprochó al llegar al vestuario que no permaneciera más cerca del área en lugar de descolgarse a zonas lejanas de la portería rival. Lo hizo en el vestuario con tono firme y molesto, pero educado.
El jugador discutió, el seleccionador le amenazó con cambiarle y entonces profirió las graves palabras que este sábado llenaron de consternación los círculos futbolísticos y deportivos de Francia. «Vale, sales», zanjó el técnico que ordenó calentar a André-Pierre Gignac como sustituto.
Acabado el partido con la humillante derrota ante México, Anelka abandonó los vestuarios del estadio Peter-Mokaba con «una dosis de provocación en su actitud» y con «una sonrisa generosa, una pizca burlona, muy claramente pasotista», asegura 'L'Equipe'. Por su parte, el defensa William Gallas enseñó el tercer dedo de la mano sin dirigirle la palabra al periodista de la televisión francesa que deseaba recoger su opinión en la zona mixta.
Un clima nauseabundo
En un editorial, el diario deportivo exige que Anelka no vuelva a vestir nunca más la camiseta 'bleu', acusa a Ribéry de actuar como el capo que reclamó la cabeza del defenestrado Gourcuff y culpa a Domenech de la instauración de un clima nauseabundo en la selección. «Arrogante, incapaz de marca su autoridad ante sus jugadores, obsesionado por la idea de aislar su equipo y de combatir a la prensa -enemigos fantasma-, se ha empeñado con una constancia notable en presentar una imagen lamentable de la selección de Francia», sentencia.