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Una triste Italia se estrella frente al 'catenaccio' guaraní
Los paraguayos se adelantaron y pusieron en evidencia las carencias de los hombres de LippiLos campeones del mundo acusan la falta de un creador en el mediocampo en un duelo resuelto en errores a balón parado
CIUDAD DEL CABO. Actualizado: GuardarItalia se estrelló anoche en el estadio Green Point de Ciudad del Cabo con el cerrojazo de Paraguay, una descarada réplica guaraní de su imperecedero 'catenaccio', y empató a un tanto en el arranque de la defensa de su cetro mundial. Los goles, marcados por Alcaraz y De Rossi en cada tiempo, llegaron en dos clamorosos fallos defensivos en sendas jugadas a balón parado.
Bajo un intenso aguacero, los 'azzurri' perdieron al guardameta Gianluigi Buffon, uno de los emblemas de la escuadra que se coronó hace cuatro años en Berlín, que se retiró en el descanso aquejado de una ciática. Los hombres del argentino Gerardo 'El Tata' Martino a punto estuvieron de dar la primera gran campanada del torneo al esgrimir las armas habituales de sus rivales. Pero pecaron de exceso de conformismo, se asustaron del éxito y se echaron atrás en contra de las consignas impartidas por su seleccionador.
Italia asumió la iniciativa. Esta vez no despreció la pelota y se garantizó su posesión. Pero adoleció de claridad de ideas para romper la doble muralla albirroja. Con Pirlo en el dique seco, bajo el intenso aguacero se notó la ausencia de un verdadero 'fantasista', un creador con imaginación y clarividencia para la invención. La tarea ahoga a Montolivo y a Marchisio, más cuando llueve a cántaros.
Marcelo Lippi prescindió de Gatusso, que a los 32 años ha pasado una temporada difícil en el Milan perturbada por las lesiones y ha anunciado sus despedida internacional tras este Mundial. Confió la misión de enganchar con Gilardino en la punta del ataque a Marchisio a pesar de su falta de costumbre a ese puesto. En la defensa finalmente relegó a Maggio y encomendó al lateral derecho al veterano Zambrotta con Criscito en la otra banda. El esquema táctico fue un teórico 4-2-3-1 muy versátil en el que De Rossi y Montolivo ejercieron de doble pivote.
Martino se mantuvo fiel a su sempiterno 4-4-2 con Valdez y Barrios, compañeros en el Borusia Dortmund, en la punta del ataque y Cáceres en el papel de medio de cierre. A la hora de la verdad, los guaraníes defendieron con ocho jugadores en dos líneas paralelas que encastillaron el área de Justo Villar, portero del Valladolid.
Primer remate
Paraguay marcó en su primer remate a puerta, el único de la primera parte, a falta de seis minutos para el descanso. Fue en una jugada a balón parado, un golpe franco a casi 40 metros. Para una tradicional defensa italiana debía ser un lance insignificante. Pero la zaga mostró una ingenuidad sorprendente. Defendieron muy cerca del área chica, lo que impidó la salida de Buffon.
Cannavaro se quedó clavado al césped empapado y Antolín Alcaraz, el central del Brujas, ganó el salto a De Rossi para ajustar un cabezazo al palo contrario. La explicación a esa actitud inhabitual se reveló en la continuación. Buffon se había resentido en el calentamiento de la dolencia que arrastra en la ciática. El dolor se volvió insoportable bajo el aguacero y tuvo que ser sustituido por Marchetti en la segunda mitad.
Lippi puso remedio parcial a la falta de lucidez cambiándole por Camoranesi en los primeros compases de la continuación. Pepe, el mejor del partido, permutó su posición con Iaquinta, que recuperó sus hábitos en el flanco derecho, y los campeones del mundo mejoraron la carburación.
El empate llegó en otra jugada a balón parado, como no podía ser de otra forma en un enfrentamiento tan simétrico. Villar atravesó la cortina de agua sin encontrar a 'Jabulani' y De Rossi marcó de heterodoxa guisa al ganar la posición a Lucas Barrios, que andaba perdido por ahí como lo estuvo hasta que fue sustituido por Cardozo. Poco después, a los 68 minutos, Valdez fue reemplazado a su vez por Roque Santa Cruz, que se estrenó asi en su tercera Copa del Mundo.
Los minutos finales fueron un quiero y no puedo de los italianos. Confiando todas sus posibilidades a los balones largos, apenas inquietaron la meta rival. Al final empate que mantiene vivos a los paraguayos y pone en un primer aprieto a los campeones.