El desarrollo se cultiva en la Sierra
Una feria de muestras da a conocer, desde ayer, los productos de una treintena de empresas artesanales La comarca busca en la industria agroalimentaria un filón para la nueva creación de empleo
Actualizado: GuardarA falta de sol y playa, la comarca de la Sierra ha decidido aprovechar sus recursos de toda la vida para atraer turistas y, de paso, vencer al desempleo: la agricultura, a la que se ha dedicado durante siglos. De este modo, los empresarios de esta comarca buscan el progreso a través del sector más tradicional: el cultivo de los frutos de la tierra.
La I Feria de Turismo Agroalimentario es la muestra palpable de esta apuesta. Un evento que viene a sustituir a la desaparecida Feria de Promociones Turísticas que organizaba Ifeca, y que comenzó ayer en el recinto ferial de Villamartín. La primera jornada contó con una gran aceptación de vecinos y visitantes, que en un ir y venir continuo, quisieron conocer de cerca los secretos de la gastronomía serrana: embutidos, aceite, pan, quesos, espárragos, vinos y hortalizas que permitieron a la Sierra sacar pecho de lo que habitualmente es capaz de colocar en los mercados.
La inauguración de la muestra corrió a cargo del consejero de Gobernación, Luis Pizarro, que estuvo acompañado por el presidente del Grupo de Desarrollo Rural, Alfonso Moscoso, el alcalde de Villamartín, José Luis Calvillo, y los primeros ediles de Grazalema y Benaocaz, María José Lara y Manuel Cabrera. El consejero destacó la gran visión y valentía de los ediles de la zona al «apostar abiertamente por un sector que debe de traer desarrollo a la comarca». Pizarro también abogó porque este encuentro tenga una continuidad: «Ésta debe ser la primera de muchas ediciones». Además, felicitó a los organizadores -el Ayuntamiento de Villamartín, al Grupo de Desarrollo Rural y a la Diputación- por «tener la visión de unir esta industria al desarrollo turístico».
Éxito de público
Los visitantes acogieron de muy buen grado la amplia oferta gastronómica y lúdica del evento. María Benítez, una vecina de Jerez, destacaba por ejemplo que «en pocos pasos se pueda probar muchos productos que muestran la calidad de lo que se hace en la Sierra». Asimismo, alabó que el evento sea gratuito, porque «la cosa está muy mala como para pagar por una entrada o por aparcar el coche, por lo que aplaudo que aquí todo sea gratis», reconocía ayer Benítez.
Otra de las ofertas que más público atrajo en la jornada inaugural -en la que las altas temperaturas acompañaron a los visitantes- fue la de talleres didácticos que se desarrollan en cuatro carpas anexas a la principal, que permiten conocer de cerca la elaboración artesanal de los productos que, después, se pueden degustar y comprar en la muestra. Los talleres de queso y de pates, entre otros, ayudaron a que los visitantes participaran de una forma interactiva en el evento.
Las catas de vino, queso y aceite de oliva también se hicieron hueco entre las agendas de los asistentes, que no dudaron en preguntar todo lo relacionado con estos productos. La feria, abierta el público, concluirá hoy. Los representantes de los negocios que han participado en la feria -un total de 29 empresas de 14 municipios distintos de la comarca- también se mostraron ayer satisfechos con la iniciativa de reunir en una muestra sus joyas agroalimentarias. Aunque al hablar de resultados, preferían mostrarse cautos, a la espera de ver cómo se desarrolla la jornada de hoy. Ana Becerra, de la cooperativa de embutidos Montes de Setenil, valoraba por ejemplo la importancia de «la gran venta directa» que estaban consiguiendo, ya que «ha superado las expectativas» que traían. Por otra parte, empresarios como Luis Lucero, de Oleum Viride y Bodegas Regatío, ensalzaban la oportunidad que la Feria les ofrece para dar a conocer sus marcas. Uno de los objetivos para que la Sierra despegue.