Hillary Clinton acude a China en busca de apoyo contra Irán y Corea del Norte
PEKÍN. Actualizado: GuardarCorea del Norte e Irán, en el apartado estratégico, y el déficit de la balanza comercial y la revaluación del yuan, en el económico, están en la agenda. China y Estados Unidos son los dos actores que van a desarrollarla entre hoy y mañana en la cita que la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, tiene con las autoridades de Pekín.
Los temas seguirán un camino separado aunque paralelo. El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, pilotará la cuestión económica con su homólogo de Estado (Ejecutivo) Dai Bingguo y el viceprimer ministro Wang Qishan. Clinton, por su parte, coordinará el aspecto estratégico con el presidente, Hu Jintao, y su primer ministro, Wen Jiabao, en una prueba de la importancia que China otorga a la reunión.
La jefa de la diplomacia norteamericana llegó al gigante asiático procedente de Tokio, donde reclamó una contundente respuesta internacional al «acto de agresión» de Corea del Norte contra el Sur con el hundimiento de un barco a finales de marzo que se cobró 46 vidas. Clinton dijo que el régimen de Kim Jong-Il debe saber que la «agresión», que consideró probada, no puede quedar impune y abogó por tratar el asunto a través del Consejo de Seguridad de la ONU, del que China es miembro con derecho a veto. El asunto no deja de ser delicado ya que Pekín es el principal aliado político de Pyongyang y su mayor soporte económico a través de donaciones, además de acoger este mismo mes la visita oficial del líder norcoreano.
Otro tema espinoso será el de la aplicación de sanciones a Irán por su controvertido programa nuclear, una posibilidad a la que China se negaba, aunque recientemente accedió a comenzar negociaciones. «Si nuestras relaciones se definen por encontrar soluciones de beneficio mutuo más que rivalidades de suma cero, creceremos con fuerza y prosperaremos», declaró Clinton en Shanghai, adonde acudió para visitar la Expo Universal.
En la vertiente económica, la Administración de Obama está muy interesada en reducir el sempiterno déficit comercial con China, que en 2009 se elevó hasta los 227.000 millones de dólares (180.000 millones de euros). Para lograrlo, desde hace meses insiste en la revalorización del yuan, que considera artificialmente depreciado para proteger las exportaciones, lo que, argumentan, entorpece la recuperación de la industria estadounidense.