PUERTO REAL

Los vendedores ambulantes, descontentos con la nueva ubicación del mercadillo

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Once menos diez de la mañana. Plena hora punta en un mercadillo de los viernes que ayer estrenaba ubicación en la zona de Casines. Sin embargo, apenas dos tenderetes se mantienen en pie: la hamburguesería y una zapatería a la que le queda poco por desmontar. El único vendedor que aún mantenía su puesto justifica la retirada general: «El problema no es sólo el viento, sino también las estrecheces», comenta. La escasa distancia entre uno y otro lado de la calle y la prohibición de ocupar el césped a espaldas de cada puesto incluso impiden montar la visera.

En pleno estreno, el malestar es palpable. «Vamos a proponer que nos cambien a un sitio no tan alejado», explica. La opción que todos barajan es el Paseo Marítimo. Jesús Espada, presidente de los ambulantes, explica que ayer mismo mantendría una primera toma de contacto con Manuel Otero, el máximo dirigente de la Asociación Puertorrealeña de Comerciales (Apreco), para aunar fuerzas. Los afectados solicitarán el lunes una reunión con las autoridades municipales, a la que pretenden que acudan también los representantes de Apreco y de los detallistas de la plaza de abastos, que comparten la alternativa escogida.

El presidente de los comerciantes estima que la lejanía del mercadillo se dejará notar en sus negocios: «Si el viernes la gente se desplaza hasta allí, y el sábado hasta el Río, ya son dos días en que el comercio del centro se queda completamente anulado», avisa.