EN DEFENSA DE LA LEY

Parecía que la Motorada 2010 había pasado sin consecuencias excesivamente graves por Jerez después de unos años en los que o se desfasaba demasiado o se cerraba la ciudad a cal y canto para las dos ruedas.

Todo había sido buen rollo y armonía entre los jerezanos y sus miles de visitantes; y la Policía no había tenido que emplearse demasiado duro para frenar las, no por típicas, intolerables 'cafradas' de algunos incívicos que no saben comportarse. Pero no. La noticia que LA VOZ dio ayer en exclusiva sobre el altercado de un policía de paisano que se vio obligado a sacar su arma en una revuelta de moteros y ahora ha sido expedientado por el Departamento de Régimen Disciplinario de la Comisaria ha conseguido que gente como lola vean «el mundo al revés». Porque si, como apunta in-presionante, se trata de un suceso «en dos palabras: im-presionante...que lo expedienten por salvaguardar su integridad física», no menos curioso resulta que por una vez la población salga en defensa de la ley, precisamente por entender que ese agente de la ley estaba velando por los intereses de la población.

«Quizás lo que quieren es que la Policía mire hacia otro lado cuando se produzca un delito, típico de estos dirigentes que tenemos», se queja antonio olivenza. Es lo que queda. Eso, o tomártelo a broma, y tirar de fina ironía, como hace elena. «Esto es de risa, el que se acerque a un policía trabajando había que darle dos tiros y así empezarán a respetar a la autoridad». Hombre, seguro que tampoco hay que llegar a ese punto y encontramos una solución intermedia.

Mirad con qué armonía viven los romeros el camino hacia la Aldea. Ni la leve carga que tuvo que realizar la Guardia Civil a la hora de embarcar en Sanlúcar puede catalogarse como incidente. Y qué le digan lo contrario a rociera. «Lo que ocurrió es que se tenían que bajar de los vehículos para que los animales subieran sin problema a la barcaza y entonces no se les dejaba cruzar», sostiene.

Y veréis cómo seguro que poco a poco se solucionan las cosas en el Xerez, pero con paciencia, ¿eh?