El espectáculo 'Bailes alegres para personas tristes', en el Festival de Jerez de este año. :: JAVIER FERNÁNDEZ
Sociedad

El Congreso insta a que el flamenco sea Patrimonio Cultural de la Humanidad

La iniciativa reconoce el valor del arte jondo y su proyección internacional

MADRID. Actualizado: Guardar
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La Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados aprobó ayer una iniciativa en la que solicita al Gobierno que apoye la declaración del flamenco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

En una Proposición no de Ley, presentada por el PP y a la que se incorporaron enmiendas del PSOE y ERC, la Cámara Baja insta al Ejecutivo a realizar las gestiones necesarias para conseguir la inscripción del flamenco en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO. La iniciativa reconoce el valor cultural del flamenco y su proyección internacional.

Aurelio Romero, representante del PP por Cádiz en la Comisión de Cultura, consideró que el flamenco reúne todas las condiciones exigidas en el artículo segundo del Reglamento que rige la Convención Internacional para la salvaguarda del Patrimonio Cultural inmaterial de la Humanidad para obtener tal declaración.

Recordó que el arte jondo, surgido del mestizaje y cruce de población, se ha transmitido de generación en generación y es un arte heredado de nuestros antepasados, que supone la identidad cultural de Andalucía y es parte integrante de su patrimonio.

El diputado popular puso de manifiesto el reconocimiento que se le otorga al flamenco en el Estatuto de Autonomía de Andalucía como patrimonio cultural andaluz, y aseguró que son muchas las instituciones, organismos y grupos sociales que se han adherido a la solicitud para que el flamenco sea declarado como Patrimonio Cultural inmaterial de la Humanidad.

«Decir flamenco es nombrar la representación más genuina de la música gitana andaluza de los últimos siglos», aseguró Romero, quien señaló que ya a comienzos del XIX se dan testimonios fiables de cantaores y se van perfilando los distintos estilos de este arte, muchos de ellos representativos de trabajos «duros y penosos», como los cantes de la siega y la trilla o los mineros.