ESPAÑA

El Gobierno tiene mayoría para ratificar el ajuste en el Congreso

La posible abstención de CiU allana el camino a los socialistas para aprobar los recortes del gasto con los únicos votos de su grupo

MADRID. Actualizado: Guardar
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El Gobierno, tras iniciar los primeros tanteos con los grupos parlamentarios, se ve con votos suficientes para ratificar en el Congreso el real-decreto ley con el que el próximo jueves ampliará el recorte del gasto público en 15.000 millones entre 2010 y 2011, y que incluirá una reducción del sueldo de los funcionarios y una congelación de las pensiones, entre otras medidas.

El Ejecutivo es consciente de que el debate parlamentario volverá a estar repleto de reproches y de descalificaciones hacia sus medidas y que no contará con la comprensión de partido alguno, pero está convencido de que, al final y quizá por los pelos, saldrán las cuentas para aprobar la batería de ajustes encaminados a reducir el déficit público.

La victoria, por pírrica que sea, permitirá al Gobierno cumplir los compromisos con sus socios europeos y alejará el tremendo desgaste político que hubiera supuesto una derrota. Ese escenario colocaría a José Luis Rodríguez Zapatero a las puertas de una moción de confianza, que a la vista de la actual correlación de fuerzas perdería. A estas alturas, el Gobierno ni siquiera sabe si alguno de los grupos del Congreso acompañará a los socialistas en el voto favorable al real-decreto. Lo que sí sabe es que, casi con toda seguridad, la izquierda -IU, BNG, ERC y Nabai- votará en contra.

Sin embargo, la más que probable abstención anunciada por los diez diputados de CiU allana el camino a los socialistas para que, en el peor de los casos, puedan ganar la votación sólo con sus votos. El portavoz catalán, Josep Antoni Durán i Lleida, mostró el total desacuerdo con la congelación de pensiones y el recorte del gasto farmacéutico, pero dijo que no puede votar «no» porque sería un «demagogo», ya que apoya la necesidad urgente de un ajuste presupuestario.

La abstención de los nacionalistas catalanes deja a los socialistas una victoria segura en 171 votos. Una mayoría simple que sería suficiente si al grupo de los abstencionistas se suman PNV, Coalición Canaria (CC) y UPN. José Antonio Alonso, el portavoz del PSOE en el Congreso, realizó ayer, sin embargo, «una llamamiento» a todos los partidos, pero de forma especial al PP, porque cree que su voto en contra del plan sería «una irresponsabilidad histórica».

Cartas tapadas

Los socialistas aspiran a encontrar al final votos favorables entre PNV, CC, UPN e incluso no descartan al PP. Todos los grupos, opuestos de forma radical a la prevista congelación de las pensiones, han preferido no desvelar aún su postura definitiva y esperan a conocer «la letra pequeña» de los decretos para l gasto por ahorro en gastos militares, fijación de topes salariales para los grandes ejecutivos, aumento de los impuestos a ricos, grandes fortunas y grandes empresas, e incremento de los medios en la lucha contra el fraude fiscal. En sus propias palabras, «mano dura» contra banqueros y especuladores, para que sean ellos quienes paguen la crisis.

El PP, que mantiene el suspense su voto aunque anunció este fin de semana que sería negativo si se mantiene la congelación de las pensiones, volvió a descalificar de forma total el plan del Gobierno. Soraya Sáenz de Santamaría reclamó ahorrar en el gasto público de otra manera que no sea con las pensiones e insistió en el recorte de ministerios innecesarios y al terminar con la duplicidad de administraciones, sea central, autonómica o local, sobre competencias comunes; abogó por la fijación por ley de techos de gasto a todas las administraciones; y exigió el recorte de las subvenciones a sindicatos, empresarios y partidos. También se ratificó en que el Ejecutivo no debe subir el IVA a partir del 1 de julio, una petición que había perdido fuerza en las últimas semanas.