Olor a despedida con el título en juego
El técnico chileno se queja de la actitud de la directiva madridista y ya espera que Mourinho sea su relevo en el banquillo del Santiago Bernabéu Pellegrini se reivindica cuando el Madrid quema su última carta en La Rosaleda ante el Málaga
MADRID. Actualizado: GuardarEl Real Madrid quema en Málaga su última esperanza para obrar el milagro del título liguero, pero aunque se consiguiese hacer realidad lo que se considera un 'imposible', Manuel Pellegrini, resignado a su suerte y con un tono alicaído, ya asumió públicamente en la jornada de ayer su salida del club de Concha Espina. Bien es cierto que le queda un año más de contrato, pero no lo cumplirá, porque ya espera para el relevo el portugués Jose Mourinho. El entrenador chileno, que nunca alza la voz y ha aguantado con tranquilidad situaciones insoportables esta temporada, aprovechó sin embargo su última conferencia de prensa previa a un partido como entrenador madridista para quejarse del nulo apoyo que ha recibido por parte de la directiva y para reivindicar su trabajo al frente de la nave madridista.
«No creo que la gente del Madrid hable a espaldas del técnico, pero tampoco tiene que ser uno tan ingenuo como para pensar que todos los rumores son especulaciones», lamentó el propio Manuel Pellegrini, a quien le parecería «muy mal cobrar un año sin trabajar». En todo caso, destacó que la decisión de «regalarle» una temporada de su contrato «es un problema del club». Dado que está convencido de que no continuará en el banquillo blanco, ya que «no ha habido ninguna respuesta clara» por parte de los dirigentes, mientras se ha ido alfombrando el camino a José Mourinho, Pellegrini, agarrado a los números del equipo, lanzó un reto a su sustituto, pero también a Florentino Pérez y los suyos: «El que venga tendrá que ganar 18 partidos en el Bernabéu, además de al Barça, sumar más de 100 puntos y meter más de 100 goles».
El chileno también recordó que ha sido «campeón en todos los países» en los que ha estado y tan sólo agradeció el respaldo de los jugadores y de los seguidores del Real Madrid: «He sentido plenamente el apoyo de la plantilla y el 80 u 85% de la afición siempre me ha apoyado en las encuestas llevadas a cabo hasta el momento». También se mostró muy molesto Pellegrini con la prensa, ya que reconoce que ha sido «calumniado», «descalificado» y «agredido» a lo largo de un año «muy complicado» en el que admite que él también ha cometido errores, pero reconoce estar orgulloso «por haber batallado hasta el final con el mejor equipo del mundo». Se le crucificó por el 'Alcorconazo' y después por el fracaso en la Liga de Campeones ante el Olympique de Lyon, pero el chileno recuerda que la eliminación del Real Madrid en octavos de final de la Liga de Campeones por sexto año consecutivo «merece un análisis mucho más profundo».
Decepción absoluta
«Es muy negativo cerrar la temporada sin ningún título cuando el Madrid estaba diseñado para ser campeón de todo. Ahora bien, al Barça, que es el que depende de sí mismo, ya no le queda prácticamente nada a lo que aferrarse, aunque en el fútbol las cosas nunca están hechas hasta que no se cumplen de manera definitiva», aseguró el que fuese entrenador del Villarreal durante las últimas campañas ligueras.
Para su despedida, Pellegrini ha convocado a la plantilla al completo, incluido De la Red, apartado temporalmente del fútbol por problemas cardiacos, y los lesionados Pepe y Raúl, con quien el chileno compartió el pasado viernes en la Caja Mágica jornada de tenis en el Masters.
Eso sí, Pellegrini plantea poner en liza un once inicial bastante habitual con dos novedades: la nueva presencia en la titularidad del canterano Esteban Granero y el más que posible retorno del brasileño Kaká, que no ha podido mostrar el inmenso coste económico de su incorporación tras sufrir una serie de lesiones.
Sea como fuere, Higuaín y Cristiano Ronaldo seguirán al frente de la punta de lanza 'merengue', tal y como viene siendo habitual, ya sea con el fin de conseguir poner en algunos aprietos al Barça.
El partido de Málaga, el del reencuentro de Cristiano Ronaldo con Mtiliga tras el codazo del portugués en la nariz del danés, también será el del adiós de Guti (uno de los símbolos del actual Real Madrid), aquejado de una supuesta gastroenteritis, algo ya demasiado habitual en el canterano madridista tras sus repetidas salidas nocturnas. Quizás ni siquiera necesite el equipo a Guti para derrotar a un Málaga que, aunque se juega la permanencia, lleva una decena de partidos sin conocer la victoria. Quizás también el Málaga se salvase con un simple empate ante los blancos y, aunque el Madrid sigue agarrado al clavo ardiendo, será el Barça el que marcará este encuentro y el sueño de los blancos en el estadio de La Rosaleda.
MÁLAGA CF
Ni ganar le asegura matemáticamente la salvación en Primera División, ya que no le vale el actual cuádruple empate, aunque sí estaría muy cerca. Si empata, tiene que perder uno de sus tres rivales y que otro empate (el Xerez queda excluido en este caso). Si pierde, debería no ganar el Xerez y que caigan Tenerife y Valladolid.
REAL MADRID
Para hacerse con esta edición de la Liga, la escuadra madridista tiene que vencer y que el Barcelona no consiga los tres puntos ante el Valladolid, que se juega la permanencia en la máxima categoría del fútbol español. Y es que, al Madrid no le vale otro resultado que no sea la victoria, pues el 'goal average' es favorable a los azulgranas.