Editorial

Desconfianza de los mercados

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Las medidas de urgencia tomadas en las últimas semanas por la UE y por los países más dañados por la crisis de la Eurozona -entre ellos España y Portugal- para estabilizar la moneda única y frenar la especulación no consiguen tranquilizar a los mercados. Ayer, el euro se depreció hasta 1,24 dólares, un nivel anterior a la quiebra de Lehman Brothers, y la mayoría de las Bolsas europeas se desplomaron. Ante esta evidencia, parece incuestionable que la desconfianza ya no se refiere al comportamiento de los países más débiles sino al sistema mismo. La Unión Económica y Monetaria sobre la que se apoya el euro es una entelequia en su vertiente económica ya que la política monetaria única que desarrolla el BCE no tiene el contrapunto de una política fiscal también única, capaz de marcar pautas homogéneas y de llevar a cabo una verdadera armonización. Y el plan de apoyo de 750.000 millones de euros no sustituye a la cohesión interior que la Eurozona no tiene, y que sí -por ejemplo- sostiene al dólar en EE UU. Si no se avanza en este camino, el euro dejará de ser moneda refugio y no saldrá jamás de su crónica debilidad.