El FMI propone a España vincular el salario a las características de la empresa
Miguel Ángel Fernández Ordóñez une el «espectacular» aumento del déficit al elevado desempleo que registra el país
MADRID. Actualizado: GuardarEspaña tiene que acercar sus salarios a las peculiaridades de cada empresa. Las grandes compañías no pueden ser las que marquen las condiciones laborales de todos los asalariados. Sus circunstancias son muy diferentes a las de las pequeñas y medianas sociedades. Y también ha de establecer una indemnización «progresiva» a la antigüedad del empleado, para que todos los trabajadores cuenten con la misma protección en caso de despido. El impulsor de ambas medidas es el economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Olivier Blanchard, quien consideró sus propuestas como iniciativas imprescindibles para mejorar las expectativas de trabajo y atajar el paro. Sus declaraciones se produjeron vía videoconferencia con motivo de un seminario sobre experiencias del mercado laboral organizado por el Banco de España y el FMI.
El gobernador de la entidad emisora, Miguel Ángel Fernández Ordoñez, inauguró la jornada y afirmó que la reforma laboral, enfocada a crear más empleo, es indispensable para salir de la recesión. Argumentó que, la supremacía de los gastos sobre los ingresos disparó el déficit en los dos últimos años y «una parte no desdeñable» de ese «espectacular aumento» está «directa o indirectamente» relacionada con el desempleo porque el paro es «un problema que afecta a todo» (crecimiento, productividad y, por supuesto, déficit). Hay que ser conscientes -explicó- de que su reducción conlleva más ahorro público. Por un lado, la gente tiene trabajo y la prestación absorbe menos dinero y, por otro, al disponer de más liquidez las familias compran y el consumo sube.
Blanchard se refirió a una de las carencias más relevantes del mercado laboral español, detectada por el propio Gobierno de Zapatero, patronales y sindicatos, a la reforma de la negociación colectiva. Apostó por descentralizar el proceso, para que las condiciones -incluida la salarial- estén en sintonía con cada empresa. A su juicio, es un error que sean las grandes compañías las que marquen las pautas, aunque como garantía de derechos se precisan unos criterios mínimos nacionales.
El representante del FMI también expuso la conveniencia de establecer una indemnización por despido «progresiva» a la antigüedad del trabajador, que evite la dualidad entre los asalariados indefinidos que están superprotegidos y los temporales que apenas cuentan con derechos. El sistema actual es «peligroso y equívoco», denunció a la vez que insistió en que esa dualidad resulta «contraproducente» para la economía española puesto que hace que los contratos estables parezcan inalcanzables.
Para Fernández Ordoñez las reformas estructurales que precisa España son «la única herramienta» capaz de evitar que la crisis «cause efectos más permanentes» sobre el producto interior bruto y la tasa de crecimiento, pero han de realizarse de «forma conjunta». Así, los cambios laborales por sí solos, sin la liberalización de los mercados de bienes y servicios, ayudarían poco. El enfoque amplio e integral de las reformas contribuye al «consenso necesario para acometerlas». «Los diferentes agentes -continuó-podrán percibir más claramente los beneficios del paquete completo» y no solo los costes que les acarrearían cambios específicos.
El gobernador abrió una serie de reflexiones para que los negociadores -Gobierno, patronales y sindicatos- de la reforma laboral las tengan en cuenta. Advirtió de que la crisis puede requerir «una reasignación sustancial del empleo» entre los sectores, lo que llevará tiempo y subida «friccional» del paro. Y recomendó prepararse para esta situación con un mecanismo de fijación de salarios acorde con cada área productiva. Igualmente, alertó de que la rigidez de las instituciones laborales dificulta encontrar una nueva colocación y prolonga los períodos de paro, con «destrucción permanente de capital humano» y aumento de la tasa estructural de la desocupación.
Además, «el diseño inadecuado de las prestaciones» influye significativamente en ese desempleo «estructural», dijo. Lanzó una llamada de atención porque es posible que en una recesión prologada los incentivos sociales y económicos mantengan voluntariamente a los trabajadores fuera del mercado laboral, panorama en el que los planes de jubilación anticipada «subvencionados» por los gobiernos han jugado un papel negativo muy importante.
Por su parte, el portavoz socialista, José Antonio Alonso, anunció ayer que José Luis Rodríguez Zapatero pedirá «un esfuerxo nacional y equitativo» para superar la crisis económica durante su comparecencia de hoy en el Congreso. El presidente acudirá a la Cámara Baja a explicar cómo piensa realizar la reducción adicional del déficit anunciada por Elena Salgado con la que espera ahorrar 15.000 millones de euros más entre 2010 y 2011.