La inacción de Souza

Tiene castaña gastarse varios millones de euros en un club sin patrimonio, colista destacado y en Ley Concursal y encima no poder rodearte de tu gente de confianza para poder desarrollar un nuevo proyecto.

Cuatro meses después de su llegada al Xerez Deportivo, el empresario argentino Federico Souza permanece atado de pies y manos porque, sencillamente, no tiene ni la menor idea de cómo desenvolverse en un club intervenido judicialmente y con unos administradores concursales que son los que en realidad velan por los intereses del club y todos sus acreedores.

A priori, la solución parece bien fácil. Destituye e indemniza a los que estaban y contrata a gente de su agrado. Es de suponer que Federico Souza sabía de los honorarios de la gente que ya trabajaba con Joaquín Morales y que haría sus cuentas antes de comprar.

Hasta ahora, y ante la inacción de un propietario a quien nadie de su entorno más inmediato pareció explicarle esto del concurso de acreedores y las limitaciones con las que iba a tener que trabajar en el seno del Xeerz Deportivo durante este tiempo, ha sido una jueza la que se ha visto obligado a poner algo de orden en toda esta disparatada historia.

De momento, ha encargado a los todavía director general y director deportivo que dejen de hacer crucigramas en horario de oficina, se pongan manos a la obra y hagan lo que, dentro de las muchas limitaciones existentes, tan honrosamente hicieron en las tres últimas campañas en las que el anterior propietario se quitó de enmedio dejándoles todo el marrón.

Y eso deberán hacer, salvo que Souza tenga a bien presentar un plan de viabilidad que permita dar carpetazo a un sinsentido y empezar a trabajar de una puñetera vez pensando en la próxima temporada.