El Constitucional encara el debate del Estatut con las espadas en alto

El Tribunal Constitucional encara a partir de hoy un nuevo intento de dictar sentencia sobre el recurso que el PP interpuso hace más de tres años y medio contra el 'Estatut', en el que defendió que 125 artículos y disposiciones del texto refrendado por el pueblo catalán son ilegales.

Los diez magistrados que componen la sala, tras tres meses de discusiones de despacho, llegan al pleno del tribunal divididos y sin la seguridad de que durante el debate serán capaces de conformar una mayoría suficiente para dictar un fallo. Los contactos y reuniones para tratar de desbrozar el camino de cara a la deliberación oficial continuaron ayer a lo largo de toda la jornada.

La sala va a debatir el quinto borrador de sentencia elaborado por la ponente, Elisa Pérez, que cuenta con el respaldo de la presidenta, María Emilia Casas, y de otros dos magistrados progresistas. La clave del intento es si el borrador logrará el respaldo del quinto magistrado progresista, Manuel Aragón, cuya oposición a algunos aspectos del 'Estatut' abortó el acuerdo en el pasado -la última vez en Navidad- y que esta vez parece estar más próximo a la nueva redacción.

Si Aragón da el sí, Casas estaría dispuesta incluso a usar su voto de calidad para romper el empate a cinco y poder dictar sentencia, pese al desgaste personal e institucional que conllevaría aprobar con un tribunal partido en dos una de las resoluciones más importantes de la historia de la corte.

Sin embargo, Casas no pierde la esperanza que alguno de los dos magistrados conservadores más moderados termine por apoyar el texto y refuerce así su legitimidad.

El retorno de las deliberaciones al pleno del Constitucional ha desatado muchas expectativas y la esperanza de que por fin haya sentencia. A este clima contribuyen la determinación de Casas de usar su voto de calidad si es preciso, el convencimiento de que es necesario encontrar ya una salida al callejón que ha degradado el prestigio del tribunal, y la certeza de que si el debate vuelve a bloquearse es posible que tengan que aplazarlo durante meses ante la cercanía del inicio de la precampaña electoral en Cataluña.

Líneas rojas

El borrador de resolución que el tribunal podría someter a votación a partir de mañana dibuja una sentencia que salva más de 85% de los 250 artículos y disposiciones del 'Estatut', que anularía unos 15 aspectos del texto y que fijaría las líneas rojas para poder desarrollar el contenido de otros 20 ó 30 apartados. Las nulidades pueden recaer sobre el intento de crear un poder judicial catalán autonómico y sobre sus modelos de defensor del pueblo y reorganización administrativa en comarcas, entre otros.

Las interpretaciones restrictivas podrían salvar la denominación de «nación» del preámbulo, pero dejando claro que no tiene valor legal y los llamados «símbolos nacionales», que se entenderían como referidos a la «nacionalidad» que es Cataluña. Líneas rojas similares salvarían otros artículos polémicos como el deber de conocer la lengua catalana, los derechos históricos, las competencias exclusivas, o la relación bilateral con el Estado.