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El Barça vende cautela

Guardiola, muy serio tras el clásico, intenta que los jugadores se crean realmente sus propios mensajes de prudencia

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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Serio, muy serio, sentado en la primera fila del avión de regreso a Barcelona, la cabeza de Pep Guardiola ya carburaba horas después del clásico en cómo hacer ver a sus jugadores que la Liga todavía no está ganada pese a la superioridad ante el Madrid. Los aficionados que viajaron con el equipo cantaban el clásico 'campeones' jaleados por los representantes de los medios de comunicación. Algún futbolista se giraba hacia atrás sonriendo, pero el técnico ni se inmutó.

Viéndole, cualquiera diría que acababa de dar una lección a Pellegrini preparando el partido a conciencia, modificando incluso su esquema habitual para cerrar los espacios que suelen aprovechar Cristiano Ronaldo e Higuaín. Frunció más el ceño hacia las 3 de la madrugada, cuando los aficionados que esperaban al equipo en el Camp Nou entonaron el «¡Sí, sí, sí, volveremos a Madrid!», en referencia a la final de la Liga de Campeones que se disputará el 22 de mayo en el Bernabéu. No es que Guardiola no celebrara el 0-2, lo hizo en el césped, pero su mente siempre va por delante y su misión principal es la cautela en el vestuario.

Por las declaraciones de sus pupilos no hay problema. «Sólo es un pasito importante hacia el título, pero la Liga no está definida», afirmó Messi. «Estamos orgullosos de este partido, pero aún no hemos ganado el título», matizó Valdés. «Son más que tres puntos, pero aún quedan muchos encuentros», apuntó Puyol. Sí, aparentemente la euforia no se ha apoderado de ellos, pero quedó la sensación de que eso sólo ocurrió de puertas para fuera, en el verbo.

El corrillo improvisado de jugadores saltando en el césped del Bernabéu confirmó que este equipo casi se siente campeón, superior no sólo a su eterno rival sino también al resto de contrincantes. Y por eso se entiende la seriedad de Pep Guardiola. Las visitas al Espanyol, Villarreal y Sevilla se intuyen complicadas para un equipo que se dejará la piel en la semifinal de la 'Champions' frente al Inter de Milán. El desgaste físico y psicológico está garantizado independientemente de si se elimina o no a la escuadra de Jose Mourinho. No, la Liga todavía no está en el saco. Y esto no para.

El Barça recibe el miércoles al Deportivo y el Madrid visita el jueves al Almería. Pero de momento nadie puede impedir el gustazo de volver a celebrar una victoria en el Santiago Bernabéu. Y seguro que Guardiola, en la intimidad, lejos de las cámaras y de las miradas de sus jugadores, sonrió orgulloso de haber sacado fruto del trabajo bien hecho.