Editorial

Atajar sospechas

El PP debe actuar con contundencia para disipar cualquier atisbo de complacencia

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El levantamiento del secreto del sumario sobre la instrucción del 'caso Gürtel' aporta multitud de indicios que señalan al ex tesorero nacional de Partido Popular, Luis Bárcenas, como presunto implicado y beneficiado por la trama corrupta con cantidades de dinero opaco en torno al millón trescientos mil euros. Las investigaciones policiales también apuntalan las sospechas sobre trato de favor a las empresas del jefe de la red, Francisco Correa, desde los gobiernos autonómicos de Valencia y Madrid. Una primera lectura de los miles de folios de que consta el sumario permite, sin embargo, excluir por el momento, la sospecha de que Luis Bárcenas identificado como L. B. en la contabilidad de los corruptos desviara a la tesorería del PP las comisiones procedentes de su actividad paralela. El vertiginoso incremento de su patrimonio personal y las operaciones inmobiliarias millonarias parecen sustentar la tesis de que su presunto comportamiento delictivo tenía como beneficiario su propio bolsillo. Del voluminoso sumario que no aporta sobresalientes novedades sobre nuevos imputados o el funcionamiento de la trama, se desprende la existencia de elementos probatorios que podrían certificar una supuesta financiación ilegal del PP de la Comunidad Valenciana que habría pagado hasta 6,3 millones de euros en dinero opaco por actos electorales del partido. Y detecta la existencia de empresas integradas en 'Gürtel' que habrían resultado favorecidas en centenares de contrataciones adjudicadas por la Comunidad de Madrid eludiendo los pertinentes concursos mediante artimañas y tráfico de influencias. Ambas administraciones situadas ahora en el centro de la sospecha están obligadas a reaccionar con transparencia y celeridad aportando la información que acote el ámbito hasta donde llegó a penetrar la corrupción en sus estructuras. Pero la cascada de indicios y evidencias que salpican al primer partido de la oposición y alternativa de Gobierno en España deben ser contrarrestados con la contundencia y firmeza comprometidas por Mariano Rajoy. El PP tras una gestión manifiestamente mejorable de los casos de imputación -en parte corregida con el apartamiento de Jaume Matas- debería endurecer sus exigencias, sin lesionar su presunción de inocencia, hacia quienes como Luis Bárcenas no generan más que dudas sobre el conjunto de la organización.