Casillas rebaja la euforia: «No sería un fracaso no ganar nada este año»

El día después de golear en media hora al Getafe. De mantener el liderato con autoridad. De mostrar su portentosa pegada con Cristiano Ronaldo e Higuaín. El Real Madrid, por boca de uno de sus capitanes, Iker Casillas, rebajó la euforia de sus aficionados con una advertencia que sorprendió a más de uno: «No sería un fracaso que no ganemos nada. Se trata de un proyecto para varios años». El guardameta blanco se alinea así con lo mantenido por Florentino Pérez al comienzo de su nuevo mandato. La frase puede sonar a broma en un club que ha invertido 252 millones de euros en fichajes. Pero también significa que en la casa blanca han aprendido la lección.

La Liga se ha convertido en el único objetivo, pero en la directiva son conscientes de que el Barcelona también juega. Florentino no quiere subordinar y condenar su proyecto a la consecución de un título que puede resistirse. Pellegrini es otro de los valedores de esta teoría. No en vano, le va el puesto en ello. El técnico chileno no se cansa de pedir paciencia y recordar el «proyecto de futuro» cada vez que arrecian las críticas por mal juego.

El mejor ataque

El problema es cómo justificar ante la propia afición que la ingente cantidad de millones invertidos no les garantice visitar ni una vez a la diosa Cibeles. «No se debe utilizar la palabra fracaso ganemos la Liga o no», sostuvo Casillas.

El Madrid es el máximo anotador en la Liga con 78 tantos, ocho más que el Barça, lo que le permite tener el 'goal average' a favor a expensas del gran clásico. Esta privilegiada posición en la clasificación ha rebajado las críticas a los árbitros y al supuesto 'Villarato' que favorecía a los azulgrana. La polémica sobre el primer tanto getafense, en el que los azulones no echaron el balón fuera pese a estar Casillas en el suelo, quedó zanjada por el propio protagonista. «Parejo no hizo nada malo. Yo perdí el balón y no hay nada que reprocharle. Él no tiene culpa de nada. Si el árbitro no cree oportuno parar el juego, el jugador no tiene por qué hacerlo», explicó el madrileño. Una versión que contrasta con el enfado que mostró en el campo, donde se negó a dar la mano a su ex compañero. «Fue un mal gesto por mi parte», reconoce ahora. Los blancos no quieren distracciones y sólo piensan ya en el derbi de mañana ante el Atlético, cuando ya sabrán el resultado del Barça. «El que no falle se hará con el título», reconoció Casillas. Es decir, quien pierda tendrá que consolarse con el proyecto de futuro.