El becerro de oro
Actualizado: GuardarLenin propuso en su testamento la destitución de Stalin como secretario general del partido. En la política gaditana después del congreso regional del PSOE no sabemos quiénes son los bolcheviques (mayoritarios), quienes los mencheviques (minoritarios), ni tan siquiera los griñanistas o los nos griñanistas. Y la realidad es que nos interesa bien poco esta costumbre de ciertos militantes de los partidos para hacerse devotos del líder. Es algo que nos parece propio de los partidos totalitarios, en donde se combina ideocracia, oportunismo y aprovechamiento.
Es ahora más que nunca cuando se debe limitar la mentalidad economicista: la política funciona mejor cuanto más equilibrada este la distribución del poder, de la riqueza y de la renta entre los ciudadanos. Y los políticos los son, ciudadanos en muchos casos colmados de privilegios, prebendas y oportunidades. Hay que limitar el enriquecimiento desmesurado y poner en valor políticas de igualdad.
Se debe promover la participación activa de los militantes y simpatizantes y limitar la permanencia de los cargos públicos con la limitación de los mandatos. El saneamiento es posible, pero para ello es obligada una verdadera renovación muy lejos de la idolatrizacion del líder y aún menos por los que llevando décadas en la actividad pública adora al líder para no perder su paraíso; eso sí, con su becerro de oro incluido.