Rajoy modera sus críticas a Chávez tras reunirse con el presidente Uribe
El líder del PP sostiene, aún así, que el mandatario venezolano «no es un demócrata» porque no respeta las decisiones de la justicia
BOGOTÁ. Actualizado: GuardarArremeter contra Hugo Chávez en Valencia o Madrid puede deparar simpatías. Hacerlo en el palacio presidencial de Bogotá puede derivar en una controversia diplomática. Mariano Rajoy moderó ayer sus críticas contra el mandatario venezolano tras entrevistarse, por espacio de hora y media, con el presidente colombiano, Álvaro Uribe. En una rueda de prensa en los jardines la Casa de Nariño, en pleno centro histórico de la capital, se limitó a responder que todos los países tienen la obligación moral de ayudar en la lucha contra el terrorismo, porque es un problema global.
Horas antes, durante la inauguración de la sede del PP, fue mucho más tajante. Sostuvo que quien no coopera con otros países, quien no respeta la sentencia y los autos de los tribunales, «no es un demócrata, y así hay que decirlo», en clara alusión al contencioso generado tras la investigación de la Audiencia Nacional sobre posibles relaciones entre los guerrilleros de las FARC y ETA, que según las pesquisas del juez Eloy Velasco, habrían estado auspiciadas por Caracas.
Rajoy optó ayer por elogiar a Uribe e ignorar a Chávez. Del mandatario colombiano, que dejará su cargo en agosto, dijo que es un «excelente» presidente que ha cosechado un gran crédito «en su país y fuera de él», sobre todo por el «legado de seguridad democrática que deja a Colombia».
El presidente del PP, en un encuentro con los periodistas que le han acompañado en su viaje, aseveró que no había tratado «de forma directa» con Uribe el asunto del presidente venezolano. Aludió, no obstante, al proceso de diálogo abierto entre Colombia y Venezuela, por mediación de Leonel Álvarez, ex mandatario de la República Dominicana.
Un periodista venezolano le lanzó la siguiente interrogante: «Dado el pasado del juez Velasco, que ocupó una dirección general durante el Gobierno del PP, ¿no podría pensarse que ustedes quieren buscar rentabilidad política con sus acusaciones a Venezuela?». Rajoy lidió con templanza el 'morlaco' y respondió con un tajante: «No, en España los tribunales actúan de forma independiente», para añadir a continuación: «Yo siempre respetaré las sentencias de los tribunales».
Anunció, por otra parte, que el PP apoyará, tanto en España como en el Parlamento europeo, la firma del acuerdo preferente entre la Unión Europea con Colombia y Perú, que podría sellarse la próxima primavera, durante la recta final del semestre de la presidencia española de la UE.
Tampoco habló en la Casa de Nariño de Cuba, aunque sí se explayó la noche anterior en la sede popular, en un discurso con un claro acento mitinero. Reiteró la necesidad de que España tome postura en favor de los disidentes y de los presos de conciencia cubanos y reclamó que la postura del Gobierno de Zapatero en relación a los hermanos Fidel y Raúl Castro huya de la «frivolidad y de las posiciones indefendibles».
A juicio del presidente popular, «España tiene que estar más que nunca con los cubanos» y dejó claro que quiere para el país caribeño lo mismo que desea para España o para cualquier estado democrático.
Prevención
Rajoy, en cambio, sí analizó cuestiones domésticas relacionadas con el terrorismo. En una especie de 'campaña preventiva', porque reconoció que nadie del Gobierno le había comunicado nada, reclamó a José Luis Rodríguez Zapatero que evite que cualquier «franquicia de ETA» se pueda presentar a las elecciones municipales de 2011.
Abundó que el único mensaje que deben recibir los terroristas es que no hay negociación posible. Lamentó que, siempre que se acercan algunos comicios locales, se oyen mensajes contradictorios sobre la posibilidad de que algunas formaciones radicales puedan concurrir en algunas circunscripciones.
En cuanto a las últimas operaciones contra la banda terroristas, el líder de la oposición agradeció la colaboración del Gobierno de Francia y lamentó la muerte del gendarme francés. «ETA es hoy mucho menos fuerte que antes», dijo, aunque enfatizó que aún tiene capacidad de atentar.