«Faltan Roque y Albert»
La cooperante asegura que fue bien tratada, «dentro de la dureza del desierto», y el Gobierno niega que haya pagado rescate alguno Alicia Gámez fue liberada, pero sus compañeros siguen en poder de Al-Qaida
BARCELONA / RABAT. Actualizado: GuardarCon unos kilos de menos, serena, sonriente y en un estado de salud aceptable, la cooperante catalana Alicia Gámez al fin pudo regresar a su casa en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y puso fin al calvario de 101 días que aún sufren sus dos compañeros Roque Pascual y Albert Vilalta en algún punto al norte de Malib y vigilados por los terrorisas de Al-Qaida del Magreb Islámico.
Precisamente, en su primera comparecencia pública, nada más aterrizar en el aeropuerto de El Prat, poco después de las cinco de la tarde de ayer, sus primeras palabras fueron de recuerdo para sus dos compañeros. «Estoy muy contenta de estar ya de vuelta a casa y mi felicidad será completa cuando regresen también Albert y Roque», afirmó. Sobre el estado de salud de sus dos compañeros lanzó un mensaje tranquilizador para sus familias. «Ambos se encuentran bien; hemos sido bien tratados, con respeto y nos han atendido bien dentro de las limitaciones propias y muy duras del desierto», explicó en un comunicado que leyó en el aeropuerto barcelonés.
Alicia Gámez, que mostró una gran entereza, agradeció al Gobierno, «de corazón», el trabajo realizado y el que va a realizar hasta la liberación de sus compañeros. También mostró su gratitud hacia la ciudadanía por su«solidaridad».
«Sólo deseo descansar y estar con mi familia. Estoy segura de que respetarán esta tranquilidad que en estos momentos necesito para recuperarme», añadió. «Todos esperamos la pronta liberación de Albert y Roque, estoy muy feliz de estar otra vez aquí, muchas gracias», concluyó.
Alicia, de 45 años, divorciada y sin hijos, fue recibida en la misma pista del aeropuerto por el presidente de la Generalitat, José Montilla, quien subió al avión a recibir a la recién liberada; el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu; la alcaldesa de L'Hospitalet, Nuria Marín, así como por un pequeño grupo de familiares y compañeros de la ONG Barcelona Acció Solidaria. Con todos se fundió en un abrazo.
En avión
La noticia de la liberación se conoció en la madrugada de ayer, cuando fuentes cercanas a la negociación confirmaron que la catalana viajaba en un todoterreno de camino a Gao. Una vez en esta ciudad del noreste de Mali, fue trasladada en avión hasta Uagadugú, la capital de Burkina Faso. Allí esperaban su hermano Germán y la secretaria de Cooperación, Soraya Rodríguez. Un avión Falcon de la Fuerza Aérea Española los trasladó de vuelta a Barcelona.
El Gobierno ha negado que se haya pagado rescate alguno por la liberación de la cooperante española, según afirmó ayer la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega. La portavoz del Ejecutivo aseguró que «ha sido fruto del esfuerzo y de las gestiones realizadas por los servicios diplomáticos y de inteligencia españoles a lo largo de más de tres meses».
Durante los más de cien días de cautiverio, el Gobierno ha recibido varias «pruebas de vida» de los secuestrados, con las que ha podido confirmar que se encuentran en buen estado de salud. En el ataque, Vilalta recibió varios disparos en una pierna, y Pascual padece problemas cardíacos, pero, a través de varios vídeos, fotografías y cartas, el Gobierno ha podido confirmar que estaban bien y que habían recibido los medicamentos enviados a través de los negociadores. Ayer se supo también que los familiares y amigos han podido hablar por teléfono en alguna ocasión con ellos, como señaló Josep Carbonell, presidente de Acció Solidaria, que recibió una llamada de Alicia Gámez un mes después del secuestro.
De la Vega también agradeció la colaboración de «países de la región», aunque no quiso especificar cuáles. Sí se sabe que, además de Mauritania, Mali y Argelia, Burkina Faso de donde es originaria la rehén Filomene Kaburé, que junto a su marido, el italiano Sergio Cicala, siguen en poder de los islamistas, ha desempeñado un papel importante en las negociaciones para liberar a los rehenes.
Los tres cooperantes fueron capturados el 29 de noviembre en Mauritania y trasladados al norte de Mali, donde los terroristas de AQMI se mueven con casi absoluta libertad.