Visita al corazón del Falla
La exposición permite al visitante acceder a la sala situada en el piso superior del Paraíso del coliseo gaditano La muestra 'Cien años en cartel' acerca a los visitantes la historia del teatro centenario
| CÁDIZ. Actualizado: GuardarQuizá no todos los gaditanos sepan que en 1774 el Consejo de Castilla prohibió todos los espectáculos teatrales, excepto en Cádiz. O que la estructura del Falla imita la forma de la quilla de un barco invertida en alusión a la tradición marinera de la ciudad. O tal vez desconozcan que la pintura que decora del techo del teatro la pintó Felipe Abarzuza en varios trozos de tela en su estudio, que luego tuvieron que colocarse uno a uno en lo alto de la cúpula. Puede que los más conocedores de la historia de su ciudad sepan que la fachada mudéjar que se conserva hoy fue construida por el arquitecto Cabrera Latorre en 1905 pero, ¿acaso saben que en 1951 un grupo de gaditanos quiso sustituirla por una de estilo neoclásico? Desde ayer, la exposición 'Cien años en cartel', que abrió sus puertas en la sala del piso superior del Paraíso del Gran Teatro Falla, acerca a los visitantes aspectos más o menos conocidos de la historia de uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad, con motivo de la conmemoración de su centenario.
Una alegre marioneta acerca al espectador algunas de las curiosidades que rodearon la construcción del actual coliseo a través de un documental. El insólito maestro de ceremonias ejerce como cicerone en un viaje por las luces y sombras del que fuera el epicentro de la vida cultural e intelectual de la sociedad gaditana.
Veinticinco teatros han sido erigidos en Cádiz desde 1611, lo que evidencia que el pueblo gaditano siempre ha sentido predilección por las artes. El Falla es el resultado de todos ellos. «El gusto de los gaditanos por el teatro era tal, que en la ciudad llegó a haber un coliseo dedicado a la ópera italiana y un teatro en francés», explica la marioneta. Incluso cuando las tropas francesas amenazaban la capital, en las Cortes se discutía si continuar con la programación teatral pese al asedio.
Las donaciones de Marchena
El Falla tiene a su hermano mayor en el Gran Teatro de Cádiz que fue construido en 1871, el mismo que una década después quedaba calcinado por un devastador incendio. En la exposición puede verse un programa de mano de 1872, cortesía del coleccionista José Marchena, quien ha donado casi todo el material gráfico usado en la muestra. «Todo lo que tengo lo he puesto a la vista de los gaditanos», aseguraba ayer Marchena, que ha aportado multitud de carteles y postales para la ocasión.
Además de los paneles, vídeos y expositores, pueden observarse piezas originales del atrezo del teatro, maquetas y varios apliques de embocadura del escenario. Eso sí, una de las grandes maravillas que ofrece la visita es la oportunidad de asomarse al foso que permite divisar desde las alturas el patio de butacas.