La Farruca se entrega a los genes en el Festival de Jerez
Rosario Montoya, hija y madre de artistas, se recreará hoy en la Sala Paúl en las alegrías y la soleá, los palos con los que mejor se siente
JEREZ. Actualizado: GuardarEs prácticamente imposible que cuando algún representantes de los Montoya hable de baile no mencione al abuelo Farruco. Los genes, la herencia familiar, la estirpe y la sangre les tira y, sobre todo, les hace expresarse a través del baile. A Rosario Montoya Manzano, hija y madre de artistas, le llena de orgullo que el nombre de su padre salga a relucir pero no le hace falta pronunciarlo porque asegura que lo veo a él cuando estoy bailando».
La Sala Paúl será el escenario en el que LA Farruca se dejará llevar por las entrañas familiares para protagonizar un espectáculo sin argumentos, con la única y maravillosa razón de bailar por bailar, el arte por el arte y la emoción por la emoción. «Voy a poner mi alma y mi corazón», dijo la sevillana, que está preparando un nuevo montaje. La Farruca ser recreará hoy en las alegrías y la soleá: «La alegría es el baile que empecé con mi padre. Es muy mía, la vivo», dijo. Lo mismo le ocurre con la solé: «Son los dos palos con los que mejor me encuentro ahora», aseguró durante la presentación de su intervención en el ciclo 'Con nombre propio'.
El espectáculo de La Farruca será sobrio en las formas y en el fondo. Estará acompañada por Mara Rey, Piquina y Pedro Heredia, al cante, y por Juan Requena, a la guitarra. De esta forma, el protagonismo de su baile enraizado está garantizado, sin más artificios, sin más adornos, ni abalorios que los pies, los brazos y el compás. «Quería haber presentado en Jerez mi nuevo espectáculo pero no es sitio para hacerlo. Será la próxima vez», señaló la bailaora.
Estoy muy ilusionada con el nuevo montaje», aseguró ayer la madre de Farruquito. «Pienso que estamos aquí por ellos, por nuestros antepasados, que eran unos monstruos y tenemos que recordarlos», dijo levantando la mirada al cielo de la bodega de San Ginés. La crisis, como a cualquier otra profesión, también les afecta a los artistas flamencos y ahora «la cosa está un poco más floja en general» pero la sevillana confía en recuperar pronto el pulso.