Urbanismo suaviza la protección del casco histórico para agilizar las licencias
El Ayuntamiento aprueba el catálogo de inmuebles que baja los niveles de conservación de más de 270 fincas
Actualizado: GuardarEl último paso. El Catálogo del Plan Especial de Protección y Reforma Interior de Casco Histórico (Peprich) saldrá en pocos días en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) para estar un mes en exposición pública antes de ser aprobado de forma definitiva. Este documento, que llega con retraso, será el encargado de regir las futuras obras que se podrán o no hacer en casi 1.000 viviendas del centro de la ciudad a raíz de una ficha en la que se especifica de forma clara el grado de protección de una finca y el tipo de actuaciones que por tanto se pueden acometer.
Dos premisas claras han movido la elaboración de este informe. En primer lugar disminuir los trámites necesarios para obtener una licencia de obra. Esto será una realidad inmediata con la aprobación definitiva del documento ya que las licencias de obras no dependerán de la Delegación Provincial de Cultura, sino que podrán ser gestionadas de forma directa por la Gerencia de Urbanismo, a excepción de aquellas fincas que se encuentren en el entorno de un inmueble de Bien de Interés Cultural (BIC), como es el caso de la Iglesia Mayor, el Castillo de San Romualdo o la propia Casa Consistorial.
Por otro lado, esta modificación pretende lograr la dinamización del casco histórico de San Fernando para que siga siendo un motor de actividad y producción, evitando el traslado de personas a la periferia y la potenciación de otras zonas.
Para conseguirlo se ha aumentado de forma considerable el número de viviendas acogidas al nivel mínimo de protección. Unas 276 fincas han bajado de categoría hasta el nivel 5 (que es el menor), de modo que no podrán tocar la fachada aunque sí aumentar la edificabilidad de sus casas.
Trabajo minucioso
Para elaborar el documento se estudió uno por uno los 951 inmuebles que estaban catalogados contando para ello con la colaboración de un equipo designado el Colegio de Aparejadores, que recopiló toda la información, y en una segunda fase con el arquitecto Javier Villarmín que se encargó de revisar todos los datos. Fruto de ese trabajo se han eliminado del documento un total de 14 viviendas, de modo que el catálogo actual está formado por 938 casas. El nivel 3, que es el grado más alto de protección, ha pasado de contener 517 fincas a 356, mientras que el nivel 4 también se reduce pues ahora cuenta con 167 viviendas en vez de las 295 que tenía antes. El incremento se ha producido en el nivel 5, el más bajo de protección, en las que había 139 casas y ahora pasa a 415. Entre los espacios que han subido su grado de conservación se encuentra el conocido como Callejón Cróquer.