CHARLETAS GADITANAS

La casa dorada

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En la plaza de San Juan de Dios esquina a calle Nueva y avenida Ramón de Carranza, existió un bar, probablemente de los más emblemáticos que hubo en Cádiz y que se llamó 'La Maison Doree' o 'Casa Dorada'. Era un lugar muy frecuentado por forasteros como gaditanos ya que era un lugar de encuentro. Allí paraban personas que se dedicaban al corretaje en todo negocio. Lo mismo se compraba un coche, como una finca o cualquier otro negocio. Allá por principios del año 70 su propietario un gallego llamado José Iglesias se lo vendió a Hermanos Molinero Molina. Ello dio lugar a que se convirtiera, tras una importante obra en un extraordinario restaurante, cafetería y pastelería de dos plantas. Todo el personal más esencial como director, jefe de cocinas, metre, pasteleros, etc, se trajeron de un restaurante de cierta fama en aquellos tiempos de Sevilla llamado Riviera. Las obras y decoración del lugar fueron efectuadas por el personal de la empresa de Ramón Domínguez Mompell que eran de los más especializados en este tipo de construcción.

Del impacto que causaron en la ciudad estos establecimientos, se pueden dar una idea de que hubo muchas personas que no pudieron acceder al mismo durante algún tiempo debido a que siempre se encontraba lleno. La verdad es que probablemente fuese el restaurante-cafetería más importante que se hizo en Cádiz en aquellos tiempos, hasta que más tarde ya fueron llegando algunos más como, por ejemplo, el nuevo Anteojo, entre otros. Fue una verdadera lástima que se perdiera este lugar que le daba a la plaza una gran categoría.