La salvación de SOS pasa por Ruiz Mateos
CONSULTOR DE NUEVA RUMASA Actualizado: GuardarLa trayectoria empresarial de Corporación Alimentaria SOS es un cúmulo de desaciertos. Hace un año el auditor detectó un agujero de 240 millones de euros, debido a un crédito otorgado por SOS Cuétara a una sociedad patrimonial controlada por los hermanos Salazar -ex presidente y vicepresidente de la compañía- con el objeto de dar entrada en el capital a un fondo soberano.
Así las cosas, el mayor líder mundial de aceite de oliva (con unas 300.000 toneladas anuales de aceite de oliva; unas 100.000 de aceite de semillas y marcas tan reconocidas en el mercado como las españolas -Carbonell y Koipe, o italianas como Bertolli, Carapelli y Saso, tres de las cinco primeras marcas italianas) entraba en uno de los mayores litigios societarios que tendrá que dilucidar la Audiencia Nacional. En la actualidad, los números cantan por sí solos; una deuda de 1.500 millones de euros; ingresos por valor de 1.400 millones; una ebtida negativa de 18 millones; una ebtida recurrente positiva de 105 millones, y unas pérdidas de 179 millones de euros. Para más INRI, dos de los actuales primeros espadas de la empresa aumentaron sus honorarios a pesar de sus ya maltrechas finanzas.
Ante este desaguisado, se requiere soluciones drásticas por parte no sólo de los accionistas sino de nuestros políticos cuya influencia se ha de notar. ¿Acaso quieren que SOS se malvenda? ¿Qué piensa la Junta de Andalucía del futuro de un sector que supone el 5% del PIB de la Comunidad? ¿Van a permitir que la industria del aceite caiga en manos extranjeras? ¿Qué piensan ustedes de la decisión de vender cinco mil hectáreas de sus veinte fincas en Portugal a una aceitera de ese país? En el plan de negocio presentado a los acreedores, con el objetivo de reestructurar sus finanzas y solventar sus deudas, los actuales gestores pretenden abordar el ERE aplicable en todos sus centros de trabajo en España (700 trabajadores), que se sumarían a las 100.000 familias que trabajan en las cooperativas proveedoras de la materia prima necesaria para elaborar el más prestigioso aceite de oliva del mundo.
«Sin duda -me dice un analista financiero y experto conocedor del mercado alimentario- lo que necesita SOS ante los gravísimos problemas de viabilidad es un empresario que conozca el sector, que apueste por el empleo, que genere valor, sinergias y que haga ver a los bancos que SOS sigue teniendo mucho futuro, con el aceite, con el arroz y cuantos activos sean necesarios para hacer viable la empresa». «El asunto -continúa explicándome-, es que me temo no llegará a ningún acuerdo con sus proveedores, pues nadie le fía, debe pagarles al contado al no concedérsele línea de descuento alguna, y por tanto redunda en la pérdida de cuota de mercado (actualmente un 16'4% en el mercado doméstico), de facturación, de incremento de su deuda a bancos a los que debe de devolver los créditos concedidos más los intereses antes del próximo lunes 15 de marzo. En definitiva, lo que necesita SOS es un gestor empresario más que un financiero, que sepa generar valor a sus marcas, dispuesto a reposicionarlas en el lugar que se merecen. Un empresario que aporte rigor, capacidad de trabajo y, en especial, compromiso en mantener todos los puestos de trabajo», concluía.
Mi amigo, el experto, tiene razón. Ante el futuro incierto de SOS, una empresa que reúne infinidad de incógnitas (acuerdo con proveedores, segregar, capacidad de gestión, ampliación de capital o canjear deuda por capital), lo más aconsejable es apostar a caballo ganador. En el caso en que los accionistas acepten el plan de viabilidad de los gestores actuales, en el que se incluye vender las joyas de la corona -división arrocera- me pregunto: ¿Qué se consigue con esa estrategia? ¿No piensan ustedes que lo único que pretenden es aportar liquidez más que buscar una solución? Aparte, ya han saltado las alarmas en el sector arrocero debido a la situación de oligopolio que esta medida puede provocar.
Soy de los que pienso que los propietarios de SOS deberían de aprobar la única oferta presentada hasta la fecha por el grupo, la de Nueva Rumasa, que más allá de los tres euros por acción aportaría todos aquellos ingredientes que la empresa necesita. Ruiz Mateos es un empresario que sólo él es capaz de remontar el vuelo y crear un nuevo holding de la nada tras habérsele expropiado Rumasa. Ahora, sin guardar rencor, lucha por crear empleo y riqueza. Sólo hay que mirar ejemplos actuales: Clesa (adquirida a Parmalat); Apis y Fruco (a Kraft); la fábrica de El Caserío en Mahón (a Kraft); Primayor en Jaén (en crisis cuando se la ofreció la Junta de Andalucía), en la que invirtió recientemente 50 millones de euros en una nueva fábrica de productos prefabricados para la empresa Dhul; la fábrica sevillana de Capsa, elaboran yogures y productos lácteos; todas ellas con el consiguiente compromiso de mantener los puestos de trabajo. Un botón de muestra de lo que Ruiz Mateos es capaz de aportar a SOS. ¿Están nuestros políticos convencidos de que la oferta de Nueva Rumasa es lo mejor para SOS? ¿Y qué piensan los cinco accionistas a los que NR ha enviado una propuesta de compra para adquirir un máximo del 28'418% de los derechos de voto, no más? ¿A qué esperan? Lo único que les piden los españoles es que no permitan que nadie más ingrese en las listas de paro y que defiendan a un sector que tanto aporta a la economía española.