Fuensanta Coves hizo hincapié en su alocución en los problemas económicos que está sufriendo la región. :: LA VOZ
ANDALUCÍA

Griñán reitera su compromiso con los parados en un 28-F marcado por la crisis

Coves reclama a los partidos un mensaje de optimismo a los ciudadanos con un acuerdo frente a la «dramática situación»

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La crisis se dejó sentir más que nunca en un acto de conmemoración del 28-F. Un día tradicionalmente relajado y festivo se vio nublado y entristecido por la situación económica con más de un millón de parados en Andalucía. Y eso que el temporal de lluvias que asedia esta región desde hace dos meses y medio había dado una tregua en la mañana de ayer en Sevilla durante la celebración de los tradicionales actos del Día de Andalucía. Tanto los discursos institucionales del presidente de la Junta, José Antonio Griñán, como el de la presidenta del Parlamento, Fuensanta Coves, se centraron en compromisos y llamadas al acuerdo frente a la mala situación económica.

Ambos son socialistas y ayer las encuestas de varios periódicos auguraban a este partido, que gobierna Andalucía desde que echó a andar su autonomía, un castigo electoral sin precedentes en los últimos años en favor del Partido Popular. Aunque obviaron hacer comentarios al respecto, las encuestas también planearon sobre el Parlamento y el Teatro de la Maestranza, donde se celebraron los dos principales actos. No había más remedio que encarar el momento adverso. Griñán y Coves hicieron reparto de papeles en dicha misión, el primero apostando por su compromiso con «los que peor lo están pasando», y la segunda apelando al consenso de todos los partidos frente a la «situación dramática» y criticando, sin mencionar, al Partido Popular en algunas alusiones. Paradójicamente, el discurso de Griñán fue más institucional y el de Coves más político.

José Antonio Griñán se estrenaba ayer como presidente de la Junta en la celebración del Día de Andalucía. El presidente, que tuvo un recuerdo para los afectados por las inundaciones, pronunció un discurso sobrio y evocador de la efemérides que se estaba celebrando, el 30 aniversario del 28-F. Al respecto reivindicó el papel que aquel referéndum supuso para que en España fructificase un estado de las autonomías «solidario» y «simétrico». Griñán calificó de «rebelión andaluza» la movilización que dio lugar al 28-F y que, en su opinión, propició que los andaluces marcaran «el rumbo del desarrollo autonómico de España».

Tras elogiar las bondades del territorio andaluz, su riqueza, sus gentes y su legado, Griñán fue de lleno al grano: «El desempleo es el principal problema contra el que luchamos hoy los andaluces», admitió. El presidente reiteró su compromiso para encontrar soluciones a los parados. «Nuestro objetivo más inmediato es ayudar a los que peor lo están pasando», dijo. Aún lo remarcó más: «Seguirá siendo lo más urgente. Y lo necesario, lo imprescindible, generar expectativas y oportunidades de futuro para todos los andaluces». El presidente insistió en la necesidad de «recuperar la confianza» para salir de la crisis «con nuestro esfuerzo». También agregó que una vez superada la crisis, «se deberá combatir el modelo que la hizo posible y edificar bases más firmes y duraderas».

Las advertencias de Coves

Dos horas antes de su discurso, Griñán asistía desde su escaño en el Parlamento al que pronunció Fuensanta Coves. La presidenta de la Cámara sí se refirió a las encuestas sin mencionarlas al alertar a los diputados del «desapego de los ciudadanos» respecto a la política, que la presidenta achacó no tanto a la crisis como a «la corrupción de unos pocos indeseables». Coves, que pronunció un discurso con mensajes más precisos, concretos y críticos que Griñán, se lamentó de los que, ante algunos casos de corrupción se aprovechan para «manchar la vida política y a sus representantes al poco que se intuye el atisbo de un posible rédito electoral futuro frente al contrincante». Algunos quisieron ver una alusión a la denuncia del PP contra Chaves por la subvención a la empresa que trabaja su hija finalmente archivada por el Supremo.

Coves apeló a la sensatez para buscar el acuerdo y no la división frente a la crisis económica. En este sentido reivindicó el papel de la Cámara y subrayó la necesidad de que los partidos respondan a los ciudadanos con un «mensaje de optimismo» que, en su opinión, sólo puede darse con un acuerdo que una a todos frente a la actual «situación dramática».

Los líderes de la oposición, Javier Arenas (PP) y Diego Valderas (IU) tildaron el discurso de Coves de partidista y poco comprometido con los desempleados. Javier Arenas manifestó que ayer se cerraba una etapa que comenzó hace treinta años. «El cambio significó autonomía y ahora el cambio significa confianza; hay un ciclo nuevo, un Estatuto nuevo y ahora hace falta un gobierno nuevo», dijo. Valderas deploró que Coves no se acordase de los parados: «No están reflejados los que sufren la crisis ni se ha espoleado a los que la han causado», denunció.