
El poder de la imagen
Actualizado: GuardarViéndola comer espaguetis con las manos, boquiabierta, lavando platos y pelando fruta, Louise Veronica Ciccone Fortin parece una mujer de lo más hogareña y menos diva que nunca, pero desengáñense. Al más puro estilo del neorrealismo cinematográfico italiano, el dúo Dolce&Gabbana rescata el espíritu de la actriz Anna Magnani, convirtiendo a la ¿todavía reina del pop? en la estrella de su próxima colección veraniega. Pero no por su pinta de mamma siciliana, sino por ser quien es: Madonna, la misma que emplea todo tipo de recursos artísticos y sentimentales para mantener incólume su gran baza: el poder de su imagen.
Las firmas de moda más lujosas han echado el resto para relacionar su marca con una celebrity. Louis Vuitton ha cambiado de cromos y prescindido de Madonna para echar el lazo a la supermodelo Lara Stone; Armani promociona sus prendas más íntimas de la mano, es un decir, de Megan Fox, porque en las manos es en lo último que uno se fija viendo a la protagonista de 'Transformers'; Mango vuelve a confiar en las curvas sensuales de Scarlett Johanson; Calvin Klein 'vampiriza' su ropa interior con el fichaje del 'crepuscular' Kellan Lutz; Versace le echa morro contratando a la hija de Mick Jagger, Georgia May; Burberry mete en nómina a la joven Emma Watson, la 'Hermione' de Harry Potter; Fornarina ata en corto a la 'chica mala' de Hollywood, Lindsay Lohan... Jamás las grandes firmas se habían plegado de forma tan evidente al poder mediático de las 'trendsetters' relegando a un segundo plano a profesionales de las pasarelas, aunque algunas luzcan con pintas de andar por casa y pilladas con las manos en la cocina.