La generación de los setenta se arrima al poder

Nacieron con el 'Yo soy rebelde' de Jeanette y echaron a andar al compás de 'Libertad sin ira', de Jarcha, aquellos setenta que vieron morir a Franco y el comienzo de la España democrática. Fueron niños en la Transición y hoy ocupan puestos en la primera línea de los partidos que impulsaron aquella etapa política. Los nacidos en los 70 se perfilan como la nueva generación en el poder político. De esta década son ministras como Carme Chacón y Bibiana Aido o dirigentes de partido como Soraya Sáenz de Santamaría, portavoz del PP en el Congreso, y Leire Pajín, secretaria de Organización en el PSOE.

Los partidos en Andalucía también se fijan en esta generación cuando piensan en la renovación de sus cuadros directivos. Lo ha indicado Griñán al hablar de su futuro equipo en la ejecutiva del PSOE andaluz, lo ha hecho Javier Arenas al agregar una decena de dirigentes en la dirección del PP regional nacidos en los setenta, y hasta Diego Valderas presume de renovación en las filas de IU-CA.

Todos los elegidos rondan los treinta y tantos. ¿Cómo son?, ¿Por qué llegaron a la política? ¿Qué de nuevo traen? La historia de tres de ellos, ya instalados en puestos de responsabilidad y protagonistas en los últimos días de la política andaluza, puede dar una pista del perfil de esta nueva generación de dirigentes. Rafael Velasco es secretario de Organización del PSOE-A. Sobre él recae la organización del congreso socialista que certificará el relevo de Chaves por Griñán. Isabel Soto acaba de aterrizar como portavoz del PP andaluz, un cargo nuevo con la misión de incrementar la influencia de su partido en la opinión pública. José Manuel Mariscal será el nuevo secretario general del PCA en pocos días.

Coincidencias

Son jóvenes pero no novatos en política. Todos cuentan con bagaje y son además cargos electos en instituciones. Velasco y Mariscal son diputados autonómicos, los dos por la provincia de Córdoba, mientras Rosario Soto es concejala en el Ayuntamiento de Almería.

Pese a las diferencias ideológicas coinciden en muchas cosas, fruto de su época. Mariscal y Soto nacieron a la política por el desencanto con el PSOE y fueron chicos becados por Erasmus, el programa auspiciado, entre otros, por Felipe González en la UE . A Mariscal y a Velasco les une, además de Córdoba, la afición por la novela negra y haber participado en el movimiento estudiantil. Velasco y Soto conocen la experiencia municipal.