Tribuna vacía y ambiente raro

La tribuna del estadio Ramón de Carranza fue ayer más que nunca testigo de excepción de la dolorosa derrota del Cádiz ayer ante el Levante.

Ante la más que pronta demolición de la grada preferente del estadio gaditano, ayer este vetusto graderío presentaba la más llamativa de las soledades. Apenas varios operarios del club y de la seguridad privada fueron los únicos individuos que podrán decir en un futuro que fueron los últimos en ver un partido del Cádiz en la tribuna.

A simple vista, es posible que muchos aficionados pudieran pensar que para qué tanta prisa en desalojar la grada si hasta el día de ayer seguía levantada y sin aparente cambio. Aunque dicho pensamiento no es ningún desatino dada la lentitud con la que se va emprender la obra de la grada que sustituya a la que aún se mantiene en pie, lo cierto es que ya se han comenzado a realizar varios movimientos que ayer mismo impedían ya el acceso a la tribuna.

Todo en orden

Había cierto temor en el club con el partido de ayer por eso de la nueva disposición de los socios de tribuna así como de los medios de comunicación. De hecho, durante la semana pasada fueron muchas las voces que salían desde el club pidiendo a sus socios que adelantaran su llegada al estadio para evitar posibles deficiencias con el cambio de grada.

Finalmente, todo salió a la perfección y los aficionados pudieron presenciar el encuentro sin demasiados problemas. Igualmente, los medios de comunicación trabajaron sin apenas notar el cambio. Las únicas pegas, lógicas dado las incomodidades que siempre trae una obra, es la lejanía existente entre la grada de preferencia, en donde se sientan los medios, y la sala de prensa. Al margen de ello, el trabajo tanto de los empleados del Cádiz como de los responsables de los medios de comunicación ha dado sus frutos y todo salió como se pensaba.

Menos contentos estaban algunos socios que cambiaron los palcos de la tribuna tradicional con los nuevos colocados en preferencia y los fondos. Para muchos, los nuevos palcos están tan insonorizados que apenas dejan escuchar el ambiente que se respira en las gradas. Presenciar un encuentro dentro de los nuevos palcos acristalados es hacerlo en un ambiente frío, muy lejos del ambiente que se respira en el resto de las gradas.

Otro cantar son los palcos en los que se encuentran aficionados fumadores y no fumadores. En comparación a los de tribuna, al aire libre, en los actuales el hecho de encenderse un cigarro provocará mayor tensión que antes al compartir se ahora un habitáculo donde no entra ni ruidos, ni mucho menos aire del exterior.