La pareja muestra la ventana por la que se coló uno de los ladrones a su casa. :: L. R.
Ciudadanos

Golpean y roban a unos ancianos tras asaltar su casa de madrugada

Dos individuos a cara descubierta lograron llevarse un botín en joyas y dinero de una casa del extrarradio de El Puerto

EL PUERTO. Actualizado: Guardar
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Fueron unas presas demasiado fáciles para los ladrones, que no se ablandaron ni por el hecho de que sus víctimas fueran unas personas de avanzada edad y a las que sorprendieron con pocas posibilidades de reacción: dormidos en plena madrugada. Una pareja que reside en el extrarradio de El Puerto fue asaltada el pasado sábado por dos individuos que interrumpieron de forma violenta su sueño. Hirieron al hombre y se llevaron un botín en joyas y dinero.

«Lo que hemos pasado no se lo deseo a nadie». Carmen Vichi, de 74 años, no puede evitar romper en sollozos una y otra vez cuando recuerda la pesadilla que ella y su pareja, Juan Gil, de 82, vivieron la madrugada del sábado. «Serían las dos y media. Estábamos en el primer sueño cuando nos despertaron zamarreándonos. Nos amenazaron con un puñal y nos dijeron que no nos levantáramos».

Según la descripción que han aportado a la Policía, los asaltantes eran dos individuos, que podrían oscilar entre los 20 y los 25 años, de estatura aproximada a 1,70 centímetros y que vestían ropas oscuras. Pese a que los cacos portaban gorros e iban con la cara descubierta, los ancianos no pudieron identificarlos con claridad entre las fichas policiales que les mostraron los agentes a la mañana siguiente, cuando acudieron a Comisaría a denunciar. «Con los nervios que teníamos. Aunque señalamos una foto, pero tampoco estábamos seguros».

Lo que sí recuerdan con nitidez es que los asaltantes hablaban en un idioma extranjero: «sólo repetían dinero y oro, dinero y oro; y cuando hablaban entre ellos no se les entendía»; y que podían tener un compinche que estuviera esperándolos fuera de la vivienda, quizás apostado vigilando que no apareciera una patrulla o algún vecino. «Creemos que había un tercero en el porche porque hablaban por teléfono con alguien».

Juan Gil, que prefirió ayer ocultar su rostro por miedo, quiso plantarles cara cuando le amenazaron con el arma blanca la primera vez, tratando de incorporarse de la cama. Pero uno de los ladrones le propinó varios puñetazos en el pecho que le han causado una importante hinchazón. Esas lesiones están recogidas en un parte médico que las víctimas incorporaron a la denuncia, según confirmaron fuentes policiales.

La Policía ya ha abierto una investigación y la primera indagación ha consistido en realizar una inspección ocular de la vivienda en busca de algún vestigio biológico o huella que les lleve a los supuestos autores. Pero según las víctimas, pocas pistas dejaron los ladrones porque vestían guantes. «Por eso la Policía se marchó sin tomar huellas, aunque después regresaron. Pero nosotros ya lo habíamos recogido todo».

Una reja rota

Para acceder a la vivienda, uno de los asaltantes, según las víctimas, rompió la reja de la ventana del baño y abrió la puerta a su compañero. Carmen y Juan, que conviven juntos desde hace varios años, no supieron calibrar de forma aproximada el tiempo que los ladrones estuvieron revolviendo la casa.

Un tremendo susto al que se suman las pérdidas económicas: alrededor de 4.200 euros en metálico y una veintena de piezas de joyas de valor. Aún están recuperándose de la impresión y el miedo, manteniendo la esperanza de recuperar sus pertenencias.