hoymujer.com

Diez alimentos para el régimen de Okinawa y así, ser más longeva

La longevidad de los habitantes de la isla japonesa está ligada a una dieta baja en calorías, con poca grasa animal y muchas frutas y legumbres

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Esta pequeña isla japonesa es célebre por la salud de su población centenaria. La longevidad de sus habitantes está ligada a su dieta: baja en calorías, con poca grasa animal y muchas frutas y legumbres.

Sésamo

Ricos en ácidos grasos insaturados y en fibra, los granos de sésamo contienen una alta dosis de minerales (magnesio, zinc, fósforo...) que los convierte en poderosos aliados de la longevidad. Incluso tienen la facultad de mejorar la circulación sanguínea y la digestión. Espolvoréalos sobre tus platos o inclúyelos en el postre.

Cerdo

Los habitantes de Okinawa consumen poca carne, pero cuando lo hacen, optan por la careta y las manitas de cerdo, las piezas más pobres en grasa. Entre otras virtudes, esta carne ayuda a disminuir la artrosis y el reuma. Además, no hay que olvidar que las proteínas animales son una importante fuente de zinc y vitamina B12, indispensable para el buen funcionamiento de nuestro organismo.

Algas

Muy ricas en yodo, nutriente indispensable para la síntesis de la hormona tiroidea. Bajas en calorías, las algas destacan por su aporte en vitamina E (antioxidante) y betacarotenos, básicos para retrasar el envejecimiento y proteger la piel y las mucosas de los radicales libres.

Aceita de colza

Pobre en ácidos grasos saturados, sin embargo es rico en grasas mono-insaturadas y en omega 3. Gracias a ello, reduce la inflamación y el nivel de grasa en sangre, y favorece los intercambios celulares. Eficaz para prevenir las enfermedades cardiovasculares, su riqueza en vitamina E le da propiedades antioxidantes.

Soja

Más consumida en Okinawa que en el resto de Japón, es una gran fuente de proteínas no grasas que protegen el corazón y el cerebro. Contiene omega 3, lo que favorece la eliminación del colesterol malo. Puede prepararse hervida, igual que las lentejas, y aporta más calcio, hierro y fósforo que otras legumbres.

Té verde

Muchos estudios han demostrado la utilidad de esta planta en muy diversas patologías. Parece ya casi incuestionable su capacidad para reducir el colesterol malo y aumentar el bueno, proteger frente al cáncer de vejiga, ovarios o páncreas y prevenir los problemas hepáticos y los cardiovasculares. Todo eso, sólo con tomar tres tazas diarias.

Rábano negro

Aporta gran cantidad de vitamina C, que ayuda a combatir las infecciones invernales y a luchar contra los radicales libres. Su alto contenido en fibra y agua favorece el tránsito intestinal y a depurar el hígado. De venta en tiendas especializadas.

Pescados

Antioxidantes y antiinflamatorios, los pescados como las sardinas, el salmón o el atún son una fuente de omega 3, magnesio y yodo. Nos protegen del estrés y la hipertensión. Lo ideal es consumirlo tres veces por semana.

Agua

El agua de la isla es muy rica en calcio. Como no se consigue en los comercios, en su lugar busca una con alto contenido en calcio y magnesio, que refuerzan los huesos y mejoran la tensión arterial.

Arroz

Este cereal no contiene gluten, sustancia fuertemente alergénica, tampoco proteínas y apenas grasa. Bajo en calorías, sin embargo es muy rico en almidón. Para beneficiarse de todo su poder en fibras, vitaminas y minerales, lo ideal es alternar el consumo de su amplia gama de variedades.