Obama: «Irán debe asumir las consecuencias de su desafío»
El presidente estadounidense deberá vencer las reticencias que aún mantiene China para lograr su propósito de imponer sanciones "duras" a Teherán
WASHINGTON Actualizado: GuardarBuena parte de las conversaciones en los márgenes de la cumbre sobre seguridad atómica clausurada ayer en Washington tuvieron como protagonista las posibles sanciones contra el programa nuclear de Irán, un país que no estaba ni invitado a la reunión y del que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que "debe asumir las consecuencias de su desafío".
Obama, que abordó el asunto en sus conversaciones bilaterales con el presidente chino, Hu Jintao; la canciller alemana, Angela Merkel, y los líderes turco y brasileño, Recep Tayipp Erdogan y Luiz Inácio Lula da Silva, deberá continuar sus presiones para conseguir unas sanciones "duras" en las próximas semanas, como ha dicho que pretende.
En una rueda de prensa al término de la reunión en la que han participado 47 países, el presidente estadounidense reconoció que va a ser algo complicado conseguir esas sanciones en el Consejo de Seguridad de la ONU, que ya debaten los miembros permanentes del Consejo -EEUU, Rusia, China, Reino Unido y Francia- más Alemania. Obama aseguró que hará todo cuanto esté en su mano: "Voy a presionar lo más que pueda para asegurarme de que obtenemos sanciones fuertes, que tengan consecuencias para Irán y que le induzcan a evaluar su programa nuclear".
Actuar de manera "valiente y rápida"
Pero China, aunque ha aproximado posiciones a EEUU en los últimos días, no parece aún completamente convencida. Su portavoz, Ma Zhaoxu, aseguró que en la conversación bilateral de una hora y media mantenida el lunes, Hu indicó que aún se debía continuar por la vía diplomática y del diálogo. Obama, sin embargo, ha insistido en que China actúa de buena fe y ha instruido a su delegación en Nueva York para que aborde la imposición de nuevas sanciones.
Según el presidente estadounidense, Pekín está preocupado por el efecto que esas sanciones podrían tener en la economía y en su relación comercial con el país persa, del que recibe una parte importante de sus necesidades energéticas. El diario The New York Times informa de que Obama indicó el lunes a Hu que garantizaría el suministro de combustible a China si Irán decidiera cortarlo como represalia.
El mandatario estadounidense instó a los países a actuar de manera "valiente y rápida" para conseguir esas sanciones. "Lo que le he dicho al presidente Hu y lo que le he dicho a todos los líderes con los que he hablado es que las palabras tienen que significar algo, tienen que tener consecuencias". Estados Unidos "no se mueve solo en este proceso", apuntó Obama, que recordó que la semana pasada, tras la firma del nuevo tratado de desarme nuclear START en Praga, el presidente ruso, Dmitri Medvédev, apoyó la imposición de sanciones "inteligentes".
Inicialmente, Rusia se encontraba en el campo de los países reacios a más medidas punitivas, aunque gradualmente se ha aproximado más a las posturas de Washington. Su "sí" definitivo dependerá en buena parte de cuál vaya a ser el contenido exacto de las sanciones. En su reunión en Praga, Medvédev explicó a Obama qué es lo que está dispuesto a aceptar y lo que no en el contenido de una resolución de sanciones a Irán. Su viceministro de Exteriores, Serguéi Ribakov, aseguró a la prensa que Rusia descarta un embargo sobre los productos petroleros refinados a Irán, al considerar que infligiría sufrimiento a la población de ese país. Estados Unidos asegura que ese área de sanciones, que considera serían las más efectivas contra el régimen de Mahmud Ahmdineyad, no han quedado aún "fuera de la mesa".
Reticencias de Brasil y Turquía
China y Rusia no son los únicos países que plantean objeciones. Brasil y Turquía tampoco ven con buenos ojos la imposición de medidas de castigo. Erdogan y Lula propusieron, en su reunión con Obama, un plan de mediación para evitar las sanciones a Irán. Ambos plantearon en la cumbre que Teherán envíe parte de su uranio levemente enriquecido a Turquía, un plan al que el Departamento de Estado ha declarado estar "abierto".
Ante la disparidad de opiniones, los diplomáticos estadounidenses tienen aún por delante mucho trabajo para conseguir sanciones antes de que concluya la primavera, el plazo que se ha fijado Obama. Pero el presidente estadounidense, tras sus últimos triunfos en la reforma sanitaria y en desarme nuclear, está en racha. Sus dotes de persuasión pueden ser determinantes.