El juez ordena el internamiento de la menor de 14 años detenida por la muerte de Cristina
El alcalde de Seseña pide prudencia ante el temor a una caza de brujas en el pueblo tras la muerte de la niña
TOLEDO Actualizado: GuardarVarios cientos de personas han acompañado a la familia y amigos de Cristina Martín durante el funeral y posterior entierro en Seseña (Toledo). La parroquia de Nuestra Señora de la Asunción ha acogido la misa. Pasadas las 12.00 horas llegaba hasta la puerta, junto con los familiares, el coche fúnebre con los restos de la menor. El coche portaba ocho coronas y varios ramos de flores de los vecinos del residencial donde vivía la niña, de sus compañeros del IES Margarita Salas donde cursaba 1º de la ESO, del Ayuntamiento, de sus familiares y de sus amigos.
Una vez dentro, y con la parroquia y la plaza de alrededor llenas de gente, la misa ha sido oficiada por el párroco de Seseña Juan Triviño, acompañado de otros dos sacerdotes, que durante la homilía ha dado ánimos a la familia, consciente de que "tendrán que aguantar un gran dolor y llevar una pesada cruz de aquí en adelante", pero les ha recordado que tienen que "seguir cuidando de sus familiares y dando apoyo al resto de sus hijos". Al término de la ceremonia no se ha realizado el rito de pésame a los familiares por expreso deseo suyo, según explicaba el párroco, quien en nombre de la familia ha mostrado el agradecimiento a los asistentes.
Finalizado el funeral, el coche fúnebre, seguido de los familiares en otro vehículo detrás, se ha encaminado hasta el cementerio viejo del municipio. Cientos de personas han hecho a pie el recorrido de casi tres kilómetros que separa este camposanto de la iglesia parroquial. Una vez allí, se ha procedido al entierro en una ceremonia privada con las cámaras de televisión y los periodistas al margen.
"Indicios racionales"
La familia tenía intención de incinerar el cuerpo de la niña, algo que finalmente no ha sido posible porque su muerte es objeto de investigación judicial después de que el sábado apareciera su cadáver en las inmediaciones del municipio toledano tras varios días desaparecida. La autopsia ha confirmado que tuvo una muerte violenta. En paralelo a la despedida, el juez de menores de Toledo ha ordenado el internamiento en un centro cerrado de la niña de 14 años detenida por la muerte de Cristina.
El juez de menores ha tomado esta decisión de acuerdo a la petición del fiscal, que había reclamado esta medida cautelar dada "la gravedad de los hechos ("asesinato"), los indicios racionales y contundentes de la participación de la menor en los mismos, para evitar el riesgo de que eluda u obstruya la acción de la justicia y para la custodia y defensa del menor expedientado, tal y como marca la Ley del Menor". Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, el juez también ha aceptado la petición del fiscal de decretar el secreto del expediente.
En rueda de prensa, el fiscal jefe de Toledo, José Javier Polo, ha explicado que la investigación "tampoco va a ser muy larga", cuestión "de meses", porque "hay cosas pendientes de resolver". También ha dejado claro que se exigirán "las responsabilidades penales y civiles que procedan", pero "sin ningún acaloramiento y sin ninguna precipitación". "No queremos dar pie a ninguna idea de venganza ni queremos tampoco que la Justicia no actúe con serenidad", ha declarado el fiscal jefe, quien ha matizado que aún no está decidido si la detenida será imputada por homicidio o por asesinato. "No descartamos nada", ha indicado José Javier Polo pese a que minutos antes, en una nota de prensa, la Fiscalía había calificado los hechos de "asesinato".
La menor detenida será trasladada a uno de los centros de internamiento de menores existentes en Castilla-La Mancha, en Albacete o en Ciudad Real, ya que en Toledo no hay ninguno, como ha recordado el fiscal jefe, que ha aprovechado para denunciar "las penurias" de la Justicia y ha recordado que, en este caso, la Fiscalía ha trabajado desde Toledo porque en Illescas -cabeza de partido judicial- no tiene oficina.
Llamamiento a la prudencia
Poco antes del entierro de Cristina, el alcalde de Seseña, Manuel Fuentes, ha hecho un llamamiento a la "prudencia" a la hora de juzgar los hechos al entender que "todo el odio va hacia una misma persona, o un mismo grupo, sin que todavía hayan condenado a nadie" y teme que en Seseña se pueda desatar "una caza de brujas". En declaraciones a RNE, Fuentes ha reclamado a la sociedad de Seseña que sea "madura" y ha señalado que debe esperar a que la justicia actúe para después, "desde las instituciones y desde el propio vecindario, tomar las medidas que se tengan que tomar".
A su juicio, el pueblo haría mal si empieza a manifestarse contra un colectivo determinado o si propaga, a través de comentarios, cosas infundadas que van a hacer daño a muchas personas, porque "ni todos los extranjeros son malas personas, ni todos los emigrantes lo son", en referencia a la menor detenida de nacionalidad cubana.
Fuentes también se ha referido a la familia de la víctima, de la que ha asegurado que está destrozada "después de tantos días de tensa espera para ver si se encontraba a Cristina con vida" y luego, "como el desenlace ha sido fatal, está completamente derrumbada". "Tienen la inquietud de saber qué es lo que verdaderamente le ha ocurrido a su hija porque no le ha llegado ninguna versión oficial, sino que han recibido todo a través de los medios de comunicación".