Matt Damon presenta en exclusiva 'Green Zone. Distrito Protegido'
El actor interpreta al subteniente Roy Miller del Ejército Estadounidense e el nuevo trabajo del director Paul Greengrass
MADRID Actualizado: GuardarEl actor Matt Damon interpreta en Green Zone. Distrito Protegido al subteniente Roy Miller del Ejército Estadounidense. Lea la entrevista en exclusiva con el actor.
- ¿Cuándo empezó a desarrollar este proyecto con el realizador Paul Greengrass?
Los acontecimientos del 11 de septiembre y la guerra de Iraq son dos de las cosas más importantes que han ocurrido en esta última década, y Paul quería rodar dos películas sobre estos temas. Empezó con United 93, y cuando rodamos El ultimátum de Bourne me contó que estaba preparado para hacer una película que tocara el tema de Iraq. Pero no tenía claro cómo enfocarla hasta que leyó Vida imperial en la ciudad esmeralda: dentro de la Zona Verde de Bagdad, de Rajiv Chandrasekaran. Recuerdo que estábamos en Tánger y me dijo: “Tienes que leerlo”.
- ¿Cómo enfocó la película Paul Greengrass?
Ya había hecho Bloody Sunday/Domingo sangriento y United 93, las dos basadas en hechos reales, además de dos entregas de Bourne, ambas de elevado presupuesto. Tenía la idea de fundir en una estos dos tipos de películas para rodar un gran thriller de acción en el mundo real.
- ¿Cómo ve a su personaje, el jefe Miller?
Es un buen soldado, un hombre honrado que llega a Irak para buscar armas de destrucción masiva. Su misión es muy clara, pero descubre que nada es como le han hecho creer y no puede menos que preguntarse: “¿Qué ha ocurrido?”
- El personaje está basado en una persona real.
Sí, en Monty Gonzalez, que llevó el Equipo Móvil de Explotación Alfa (MET A) a los primeros emplazamientos de armas de destrucción masiva que inspeccionaron. Estaba convencido de que encontraría las armas en cuestión y me dijo que quería ser el primero en salir en la CNN con las pruebas en la mano.
- ¿Cuándo se dio cuenta de que algo no encajaba?
En el primer emplazamiento que inspeccionó. Era una fábrica de porcelana que, supuestamente, tenía un uso doble y donde se almacenaban armas de destrucción masiva. En la película, empezamos con muchas ganas. Entramos en una fábrica, pero no encontramos nada. Me quejo diciendo que es la cuarta vez que nos pasa. Pero Monty se dio cuenta en su primer intento. A partir de ese momento, los jefes de equipo empezaron a intercambiar llamadas.
- ¿Cómo fue conocer a Monty Gonzalez?
Nada más conocernos, estuvimos unas cuatro o cinco horas charlando. Tenemos la misma edad, acabamos el instituto el mismo año, aunque escogimos caminos muy diferentes. Monty se ha dedicado al Ejército Estadounidense en cuerpo y alma. Cuando le pregunté por qué había decidido participar en la película, dudo un poco antes de contestarme algo que, probablemente, le costó articular: “Porque necesitamos recuperar nuestra autoridad moral”.
- La historia cambia radicalmente de dirección cuando, después de buscar en vano armas de destrucción masiva, Miller conoce a Freddy, un iraquí interpretado por Khalid Abdalla
Khalid es un gran actor. Tiene algo conmovedor que le hace estar vivo en la pantalla. Green Zone es una película muy especial gracias a él y al resto de un reparto asombroso. Pero esto tiene mucho que ver con la forma de trabajar de Paul Greengrass ya que, en vez de contratar a actores para el papel de soldados, prefirió usar a auténticos veteranos.
- ¿Cree que la presencia de veteranos le ayudó en cuanto a la interpretación?
Cambió mi interpretación radicalmente porque tenía a 30 asesores a mi alrededor constantemente. Todo lo que hacen es impecable; no hace falta decirles dónde colocarse ni adónde ir. Con un grupo de actores habría sido mucho más difícil y lento. Incluso después de un entrenamiento en una base militar, no habríamos conseguido la perfecta sensación de autenticidad.
- ¿Cómo consigue Paul Greengrass hacer que la película parezca tan real?
Es difícil de explicar. Rueda cada escena sin preocuparse por las cuestiones técnicas. A veces, un actor puede pensar demasiado en un rodaje, pero eso no es posible con Paul porque nunca se sabe lo que va a pasar. Crea un caos maravilloso que da la sensación de absoluta realidad si se filma del modo adecuado.
- La película comunica una tremenda sensación de realismo
Sí, y está plagada de conversaciones que mantuvieron personas reales, como la escena en que estoy con Greg Kinnear y Brendan Gleeson durante la videoconferencia, cuando hablan del soñador comparado al realista.
- Después de rodar dos películas con Greengrass, ¿volvió a sorprenderle en este rodaje?
No participé en Bloody Sunday (Domingo sangriento) ni en United 93, donde trabajó con actores no profesionales e improvisaciones de 30 a 60 minutos. Sin embargo, esperaba que algo de eso hubiera en este rodaje, ya que habíamos hablado en numerosas ocasiones de cómo había realizado esas dos películas. Como actor, me pareció muy estimulante sentir lo que requiere la escena y lo que desea el personaje, sabiendo que otras personas sienten lo mismo en ese momento.
- ¿Puede poner un ejemplo de cómo un ambiente tan impredecible se transforma en una experiencia estimulante?
Había una toma con Said Faraj en la que no me hacía caso, y le pedí a un marine que le amordazara. Nunca olvidaré la autenticidad de su mirada; no sabía hasta dónde seríamos capaces de llegar. Recuerdo pensar que aunque no encajase con la continuidad de la escena, quizá era la toma definitiva.
- ¿Fue un rodaje duro, con muchas exigencias físicas?
Un poco, pero tampoco tanto. Además, quería llevar uniformes auténticos porque este tipo de detalles siempre ayuda a que la interpretación sea más real, sobre todo al estar rodeado de soldados y al empezar a sentirme como uno más.
- Gran parte de la película se rodó en Marruecos
Sí, allí rodamos la mayor parte de la película. Es un país muy hospitalario. Es la tercera vez que ruedo en Marruecos y tengo muchos amigos entre los cineastas de allí.
- También estuvieron en España
Fue increíble. Peter Chiang, el supervisor de efectos visuales, consiguió que pareciera Irak, la Zona Verde de Bagdad. Créame, el sur de España no se parece en nada a Bagdad, pero fue posible gracias a la visión de Paul y a los conocimientos de Peter.
- Londres fue el tercer lugar de rodaje
Sí, e hizo un frío tremendo, pero no se nota en la película.
- ¿Qué sintió cuando vio terminada la película?
Entusiasmo. Ahora siento mucha curiosidad por ver cómo reaccionarán los espectadores.