violencia machista

Un acusado de matar a su mujer defiende ante el juez que la apuñaló 17 veces «sin querer»

El agresor, de origen rumano, también acuchilló a un joven de 17 años que intentó ayudar a la joven

VALENCIA Actualizado: Guardar
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Un hombre acusado de matar de 17 puñaladas a su mujer, de la que tenía una orden de alejamiento, ha declarado hoy ante el juez que la primera cuchillada se la dio "sin querer" mientras que no ha justificado por qué le asestó el resto, que la víctima recibió por la espalda en el mes de agosto de 2007 en la playa de Gandía.

En el juicio celebrado hoy en la Audiencia de Valencia, Marian Z.C. ha alegado que aquel día acudió a buscar a su mujer, que le había denunciado por malos tratos y a la que no podía acercarse, porque le pidió que diera de comer al hijo que compartían, de 26 meses, mientras ella trabajaba. No obstante, no ha sabido explicar, a las preguntas del fiscal y de la acusación, por qué entró al comercio donde ella estaba con un cuchillo en la mano, se peleó con un joven al que creía el nuevo novio de su ex mujer, al que luego apuñaló, y acuchilló a Sorina C. hasta la muerte y en presencia del hijo de ambos.

El Ministerio Público pide para el procesado 31 años y medio de prisión por los delitos de asesinato, asesinato en grado de tentativa, tenencia de arma prohibida y continuado de quebrantamiento de medida cautelar y amenazas. Solicita además para el hombre, en prisión provisional desde que cometió el crimen, la pena accesoria de no residir en Gandia ni acudir a la localidad en 19 años, así como que indemnice con 120.000 euros al hijo que comparte con la víctima y con otros 8.400 al joven al que también apuñaló.

Malos tratos continuos

Los hechos sucedieron la tarde del 19 de agosto de 2007 en la playa de Gandia (Valencia), pocos meses después de que la pareja, natural de Rumanía, llegara a España y se estableciera en la ciudad de Gandía.

Según el relato fiscal, la chica recibió constantes palizas y malos tratos hasta que un día, aprovechando que su marido se había marchado a trabajar, acudió a una comisaría y le denunció. El juez dictó entonces una orden de protección a favor de la víctima que imponía al procesado no acercarse a su pareja a menos de 300 metros, ni transitar y permanecer en la calle donde ella residía y trabajaba, ni acudir a los lugares que ella frecuentaba.

Desde entonces, Sorina dejó de convivir con Marian y se fue a vivir temporalmente a casa de unos conocidos, naturales de Ecuador, que le acogieron, también en la ciudad de Gandia. El 19 de agosto Marian se dirigió al establecimiento comercial donde sabía que ella se encontraba y cuando Sorina se percató de su presencia cogió en brazos a su pequeño e intentó huir, pero cayó al suelo, donde cubrió con su cuerpo al menor.

Hirió a otro joven

El acusado la apuñaló por la espalda hasta en 17 ocasiones, lo que le causó la muerte, para luego dirigirse a una de las personas que le había acogido, un joven de 17 años, y darle 13 cuchilladas, que no resultaron mortales y que le permitieron huir y pedir ayuda.

Después de cometer el crimen, Marian se dirigió a la playa, donde se topó con una patrulla policial, que había acudido al lugar alertada por los vecinos, que le detuvo e intervino el arma, un puñal con filo y sierra cortante, según relata el Ministerio Público.

El procesado ha negado hoy ante el tribunal haber golpeado a la víctima y ha sostenido que la denuncia que ella presentó contra él era "falsa" y que no sabía que tenía una orden de alejamiento. Ha dicho que ella no se fue de casa por malos tratos sino porque "había conocido a un amante con dinero que le iba a dar papeles". Sobre el cuchillo ha manifestado que se lo encontró "en el campo" y que lo llevaba siempre encima "por miedo" desde que el "nuevo novio" de Sorina le había amenazado de muerte.