El Barça gana con dificultades a un buen Málaga

Ganó el Barça, mantuvo el liderato, pero sintió la presión como nunca, jugó con ansiedad y sufrió para doblegar al Málaga . En una noche muy espesa de Ibrahimovic, el desparpajo de Pedro, autor del 1-0, fue lo mejor del equipo azulgrana, que tuvo que recurrir a una jugada antológica y colectiva en el minuto 83 para que Messi desequilibrara la igualdad establecida por Valdo dos minutos antes.

El Barça saltó al césped presionado al conocer que el Madrid le acababa de arrebatar el liderato con su goleada en Tenerife. El equipo azulgrana estaba obligado a ganar al Málaga para recuperar su privilegiada posición, una exigencia de difícil cumplimiento en un momento delicado por el pobre juego exhibido en las últimas jornadas. Alves, que recibió el alta médica por la tarde, recuperó su plaza en el lateral.

El cambio táctico hizo recular al Málaga e implicó una mayor participación en el juego de Messi, que se acercó al gol en dos ocasiones seguidas, en la primera no acertó a conectar de cabeza y en la segunda se durmió ante Weligton, el defensa abucheado en el Camp Nou por 'patear' al '10' azulgrana en La Rosaleda. El Málaga estaba bien ordenado, pero comenzó a sufrir, más todavía cuando el central Stepanov se retiró lesionado en el minuto 17 y Muñiz tuvo que reubicar a Juanito en el eje de la zaga con la entrada de Edu Ramos. A partir de ese momento las oportunidades se sucedieron, pero el balón no quiso entrar en una falta lejana de Ibrahimovic, un taconazo de Xavi, un cabezazo de Busquets y en varias acciones embarulladas en el área pequeña casi siempre creadas por un eléctrico Pedro. El esférico estuvo siempre cerca de Munúa, pero al descanso se llegó con nervios porque el gol se resistía y protestas al colegiado madrileño Rubinos Pérez, que perdonó la segunda amarilla a Manu Torres.

Muñiz demostró cintura en el inicio de la segunda parte al reemplazar a Manu Torres, con la roja planeando sobre su cabeza, por Valdo y mentalizó a su equipo para seguir soportando el acoso azulgrana. El Barça siguió llegando bien por las bandas, pero sus centros no eran aprovechados por un '9' sin suerte como Ibrahimovic, que ya se llevó algún silbido. El sueco remató de cabeza sin fe en el 53 tras un gran pase de Messi y permitió a Munúa desviar el balón. Y en el 60 se repitió la acción, pero Weligton salvó bajo palos. Crecía la ansiedad y también la desesperación por el rendimiento de Ibrahimovic, cuyo juego estático parece encajar cada vez menos en el habitual sistema del Barça. La culpa, en todo caso, no es suya.

Él siempre fue un ariete grande, sino de Guardiola por elegir a un '9' de sus características. Y cuando más preocupación había en el Camp Nou, en un momento en el que hasta el Málaga llegaba por la banda izquierda con Duda y Obinna, apareció el futbolista milagro, Pedro, para disparar con potencia desde fuera del área con la derecha en el minuto 68 y sorprender a Munúa. El canterano volvió a ser decisivo. Faltaba la sentencia que el larguero negó a Iniesta, un mal presagio, anticipo del empate del Málaga en el minuto 81.

Valdo se inventó una internada en solitario tras hacer la pared con Obinna y resolvió con sangre fría ante Valdés. El Barça reaccionó al 1-1 con una genialidad, con la paciencia que no había tenido durante todo el encuentro. La tocaron todos hasta que Xavi vio la diagonal de Alves y el brasileño puso el 2-1 en bandeja a Messi. Ahora sí, pese al gol anulado a Ibrahimovic al final, los puntos se quedaban en el Camp Nou.