SINDICATOS
«Tras la crisis, toca recuperar nuestros derechos laborales»
Enrique Estévez es el nuevo presidente de Csif, un sindicato mayoritario en la administración pública que está empezando a llegar a la empresa privada

Enrique Estévez es, desde mediados de abril, el presidente de la Central Sindical Independiente de Funcionarios en Cádiz (Csif) tras la dimisión de su anterior responsable, María José Cano. Eso no quiere decir que sea un neófito en lo que se refiere a lidiar ni con los problemas sindicales ni con la administración ya que durante años ha sido el responsable del sector de Justicia de CSIF. Estévez, de 56 años, trabajaba en los juzgados de lo Penal y lleva ligado al empleo público desde el año 1984.
–¿En qué se diferencia Csif del resto de sindicatos?
–Básicamente en que, como nuestro nombre indica, somos independientes. Esa independencia nos permite negociar con más libertad porque no le debemos nada a nadie. Además, no tenemos objetivos políticos ni ideología, aquí nos da igual al partido que vote cada uno. Sólo luchamos por mejorar las condiciones laborales de los trabajadores.
–También se diferencian en que se dirigen a funcionarios.
–Bueno, pese a que nos centramos fundamentalmente en la administración, cada vez tenemos más presencia en la empresa privada. Concretamente, en el congreso que se celebró hace dos años se decidió que había que hacer un esfuerzo por entrar en el sector privado. Y, poco a poco, lo estamos consiguiendo.
–Durante la crisis se ha notado una cierta desconfianza por parte de los ciudadanos en los partidos políticos y de los sindicatos.
–Cierto. Es verdad que no es un buen momento para los partidos ni para los sindicatos, pero también es cierto que ambos tenemos una cosa en común: la gente estaba cansada de las dos entidades mayoritarias (refiriéndose, sin nombrarlos, a CC OO y UGT) y empezó a diversificar sus opciones. También es cierto que esa desconfianza se está diluyendo.
–Y a la hora de defender al trabajador, ¿en qué se distingue Csif?
–Fundamentalmente en que optamos por la negociación hasta el final. Y, obviamente, si no hay acuerdo posible, recurrimos a los tribunales. Como sucedió recientemente con el médico que estaba sobrecargado de pacientes.
–Dentro del sector público, ¿qué objetivos se marca Csif?
–Los mismos que con el sector privado: que tras la crisis se recuperen los derechos laborales y económicos de los trabajadores. Y poco a poco se están reestableciendo. A veces parece que el sector público no ha sufrido recortes, cuando también los han padecido, tanto en ajustes económicos como en sobrecarga de trabajo, ya que muchos puestos no se han cubierto.
–Dentro del sector público, ¿dónde tendría Cádiz los principales problemas?
–(Piensa durante unos segundos). Quizá sea en el sector de la justicia. Están desbordados de trabajo. Además de la falta de dotación, padecen de una infraestructuras obsoletas e insuficientes. Sobre todo, en lugares como Barbate o Sanlúcar. En la sanidad también hay grandes carencias, por ejemplo, necesitaríamos 1.200 enfermeros para llegar a la media de España. Además, faltan profesionales como oncólogos o pediatras.
–Por su experiencia, ¿con qué administración es más difícil lidiar?
–Sin duda, con los Ayuntamientos. Porque cada uno tiene una problemática propia y unos convenios distintos. Además, en las negociaciones tratamos más con políticos, mientras que con la Junta, el Estado o Diputación solemos tratar con técnicos.
–¿Es mejor tratar con un técnico?
–(Sonríe) Sin duda.
–Uno de los aspectos en los que siempre incide su central es en la figura del interino.
–Es que, durante años, ha sido un instrumento de la administración para ahorrarse dinero. Y ahora que después de mucha lucha (y gracias a la UE) se equipararon las condiciones salariales, se abusa de su número para completar plazas menos apetecibles y poder prescindir de ellos cuando no hacen falta. Ahora estaremos vigilantes para el nuevo proceso de oposiciones que se abre, para comprobar que todo se realiza según el compromiso de las administraciones.
–¿Con cuántos afiliados cuenta Csif en la provincia?
–Entre todos los sectores, 5.603 afiliados. Somos de las pocas centrales que, durante la crisis económica, no han perdido miembros.
–¿En qué sectores tienen más presencia?
–Pues además de una incipiente presencia en el sector privado, nuestra mayor representación está en educación, sanidad, Administración General del Estado, Junta , prisiones, Agencia Tributaria y ayuntamientos. Pero por número, es en la sanidad donde más afiliados tenemos. Y, por representación, en educación.
–Ahora mismo, ¿en qué situación se encuentra Csif en Cádiz?
–Pues ahora mismo, tras la marcha de María José Cano está al frente de la central una gestora, de la que yo soy el presidente. La idea es preparar un comité, posiblemente para este año, del que tiene que salir el nuevo presidente.
–¿Se plantea presentarse?
–En estos momentos lo importante es prepararnos para que el comité sea un éxito y el próximo presidente tenga el camino allanado.